El vicepresidente segundo del Gobierno advierte que la cláusula de revisión está sin discutir
Solbes se opone a la revisión del salario mínimo que plantea Caldera
La actualización automática del SIM podría perjudicar «a la competitividad y el empleo»
El vicepresidente económico Pedro Solbes volvió ayer a enmendar la plana a un ministro, en este caso al titular de Trabajo, Jesús Caldera, y agitó aún más el ya caldeado diálogo social justo donde más candente estaba, en la cuestión del salario mínimo. Solbes se mostró más partidario de que se revise en función «de las circunstancias económicas», que es la tesis que defiende la patronal Ceoe, que de que actualice de forma automática, que es la idea que planteó su compañero de Gabinete y que comparten los sindicatos. En declaraciones a una cadena de televisión, Solbes explicó que una revisión automática podría tener «un impacto negativo sobre el crecimiento de los salarios y, por tanto, sobre competitividad y empleo». Lejos de ratificar las palabras de Caldera, lo único que dijo es que «no había nada pactado» y añadió que «patronal y sindicatos tendrán que discutir». División de la Ejecutiva El conflicto social estaba ya servido y las declaraciones de Solbes lo han elevado de categoría al convertirlo también en una cuestión de división del Gobierno. De momento, se sabe que la patronal ha convocado una reunión de urgencia hoy por la tarde para abordar el tema, porque no todas las asociaciones que integran la Ceoe están de acuerdo en el camino a seguir. Hay sectoriales que consideran que «hay que sacar las uñas», mientras otras advierten de que la Ceoe «no puede abandonar el diálogo social» y se inclinan por un simple tirón de orejas al Ejecutivo. Los sindicatos, por su parte, siguen viendo la cláusula de revisión como una cuestión «innegociable». Al margen de la cuestión del salario mínimo, Solbes también habló sobre otro tema: la vivienda. El vicepresidente económico afirmó que «la deducción por vivienda habitual, aunque ayuda a financiar la compra de este bien, genera más tensión en el precio final y también sobre el coste del suelo», por lo que se mostró partidario de revisar cuánto cuesta dicha deducción y analizar si es el sistema más eficiente. Prudencia en los cambios Pese a todo, hizo un llamamiento a la calma adelantando que el sistema actual hay que respetarlo para aquellas personas que ya se lo están aplicando. En este sentido, aseguró que sobre las deducciones por vivienda y por planes de pensiones «no hay ninguna decisión tomada todavía, a la espera de concretar la reforma fiscal a lo largo del primer semestre del año». Adelantó también que el Ejecutivo tiene previsto dar más capacidad normativa a las comunidades autónomas para que obtengan más recursos para financiar la sanidad.