Vinculan al éxito de la fusión del SCH las indemnización millonarias

El que fuera copresidente del Banco Santander Central Hispano (entonces BSCH), José María Amusátegui, y su ex consejero delegado, Ángel Corcóstegui, vincularon ayer los 164,2 millones de euros que recibieron al jubilarse y dejar la entidad, con el éxito de su fusión, cerrada en la primavera de 1999. En su declaración ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga la posible ilegalidad de esos pagos, afirmaron que ni se los impusieron a Emilio Botín como condición previa para la operación ni éste les presionó para que se marcharan antes de lo previsto, y desmintieron una supuesta «lucha de poder». Al igual que ocurriera el lunes con Botín, ni Amusátegui ni Corcóstegui quisieron contestar a las preguntas de las dos acusaciones particulares, de las que dijeron que actúan con «malevolencia». En su opinión, además de «tergiversar la realidad», tratan de «instrumentalizar» el proceso. Los letrados, impertérritos ante estas descalificaciones, leyeron en voz alta su interrogatorio, con el querían conocer si las indemnizaciones fueron acordadas «a espaldas» del banco, o supusieron algún tipo de «blindaje» ante la citada fusión. También el fiscal Fernando Burgos, que no ve responsabilidad penal en los hechos juzgados, siguió el mismo guión que en la víspera. La mayoría de sus preguntas -las únicas que contestó Amusátegui, pues las defensas no le formularon cuestión alguna- facilitaron el verbo fácil del ex banquero, pero algunas le provocaron cierto malestar. Así, cuando le interrogó sobre si su 'bonus' fue una condición impuesta por él para apoyar la fusión o si recibió presiones para dejar la entidad medio año antes de lo previsto, contestó de forma lacónica que «no». «Merecido descanso» Todo lo contrario ocurrió con el resto del interrogatorio, donde Amusátegui se explayó en los motivos de su jubilación anticipada -llevaba una vida «demasiado dura» y quería un «merecido descanso»-, y la causa de la recompensa que recibió tras su marcha -se valoraron tanto sus «muchos años» al frente del Central Hispano, como la «muy compleja tarea» que le esperaba tras la fusión-. Y es que, aunque dijo que su bonus y el pago a Corcóstegui (108 millones de euros) no se negociaron junto a la fusión, porque «no era elegante mezclar» esos temas, sus respuestas sí apuntaron la existencia de vínculos. «Las condiciones del mercado», junto a «las trayectorias de uno y otro» fueron, según el ex copresidente del BSCH, las que determinaron la cantidad que cobró cada uno. Advirtió, no obstante, que si la fusión «no hubiera sido un éxito tan completo como fue, se habría puesto en tela de juicio esa cifra.