El Ejecutivo quiere reducir el temario a estudiar por los aspirantes

«En los últimos ocho años, el número de temas a memorizar por parte de los aspirantes a un puesto público se ha incrementado de forma desproporcionada, concediéndoles después poco tiempo para su exposición». Ése es el argumento utilizado por Francisco Velázquez para defender el recorte del temario objeto de prueba a la hora de acceder a un trabajo en la Administración. De momento, ésta es sólo una de las posibilidades que baraja el Gobierno, partidario de fusionar unos temas con otros o dejar incluso su análisis para los cursos selectivos que son aquellos que se realizan cuando ya se ha aprobado la oposición. Otra novedad la constituye la posibilidad de que en los casos en los que sea posible, y previo acuerdo de los ministerios com-petentes, se establezcan programas o módulos de cursos selectivos comunes a distintos cuerpos y escalas de la Administración del Estado. Además, agilizar el tiempo transcurrido desde la fecha en la que se ofertan las plazas para optar a algún puesto de la Administración general del Estado y el término del proceso de selección es otro de los objetivos de la reforma que pretende el Gobierno. Así lo especificó el secretario de Estado, Francisco Velázquez, quien insistió en que ese espacio de tiempo no será lo único que se reduzca. En ese sentido, indicó que los exámenes memorísticos tendrán menos peso que otras pruebas más dinámicas y adecuadas a las necesidades de los puestos.