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| Análisis | El escenario textil europeo |

Avalancha asiática

Publicado por
m. c. | redacción
León

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El escenario textil europeo ha sufrido una importante transformación durante los dos primeros meses del año. Las cifras así lo muestran. Un informe de la Unión Europea constata que las importaciones de calcetines procedentes de ese país asiático experimentaron durante los meses de enero y febrero un incremento de un 5.673%, las de pantalones de hombre crecieron un 900%; las de gasas médicas, un 343%; las de jerseys, un 210%; y las de trajes de chaqueta, femeninos un 111%. Esta avalancha de productos made in China, algo que ya se preveía desde que ese Estado asiático entrara en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el 2001, ha puesto en pie de guerra a la industria textil de los países occidentales. Ésta demanda la apertura de un proceso judicial antidumpimg contra los productores chinos, pero eso no es fácil. Las fábricas que requieran una investigación de ese tipo deben representar, al menos, el 25% de la producción interna del país en el que están asentadas. Los más afectados El problema es que son las industrias con menos peso dentro del conjunto del tejido productivo (talleres con una media de 30 ó 40 trabajadores) las más afectadas. De toda formas, la posibilidad de establecer medidas contra la competencia desleal ha provocado una rápida respuesta de Beijing. Desde la Asociación de la Industria Textil de China han sugerido la posibilidad de aumentar las tarifas de exportaciones sobre los textiles más demandados. Además, hablan de la opción de bajar las tarifas aplicadas a las prendas con menos salida. La acción que ahora pretende emprender la UE ya fue adoptada hace dos semanas por Washington, tras comprobar que las importaciones procedentes de China de camisas, blusas y pantalones de algodón, así como la ropa interior de fibras artificiales, aumentaron entre un 300 y un 1.500%, medida que en Estados Unidos tenía un coste de 245 empleos al día en el sector textil. En la UE se manejan cifras similares, si bien los países meridionales, especialmente Francia, Italia, España, Grecia y Portugal, son más proclives que los del norte.