| Reportaje | Pescado en la mesa |
Encantados con las espinas
Los españoles gastaron 10.000 millones en pescado. Cada ciudadano come 37,2 kilos al año, sólo superado por japoneses y portugueses. Castilla y León supera un 25% la media
Con el dinero que los españoles dedicaron el año pasado a comprar pescado, una comunidad autónoma tendría suficientes recursos para funcionar durante el presente ejercicio. Hogares, restaurantes e insti-tuciones gastaron en el 2004 más de 10.000 millones de euros en la compra de productos pesqueros, una cantidad que supera la consignada en los presupuestos de la mayor parte de las comunidades autónomas en el 2005 y que supone un aumento del 5,3% con respecto al año anterior. Y la tendencia alcista está muy lejos de retraerse. Las proteínas animales de origen marino están cada vez más presentes en el menú diario de los españoles. El año pasado, el pescado servido en los platos de los hogares, restaurantes e instituciones sumó 1,5 millones de toneladas, una demanda diez veces superior a la cantidad de productos marinos que se subastaron, por ejemplo, en las lonjas gallegas durante todo el 2004. Está claro que en esa cantidad se incluye tanto el producto del día como el congelado, así como el que se vende enlatado en conserva. Pero, aún así, Galicia tendría que multiplicar por seis su producción de pesca fresca para satisfacer las ansias de producto del día que existen en todo el Estado. La prueba está en que, en el 2004, sólo en los hogares se consumieron 906.613 toneladas de peces, mariscos, moluscos y crustáceos, cuando en las lonjas gallegas se desembarcaron 151.246 toneladas. En las mesas españolas el pes-cado fresco es el más habitual, uno de cada diez kilos que se consumen es congelado y casi otro kilo y medio se adquiere enlatado. Grandes comedores Aunque a comedores de pescado a los españoles sólo los superan los japoneses y los portugueses, con 37,2 kilos por persona y año, no a todas las comunidades les gusta este producto por igual. En los hogares gallegos se consume un 10% más de proteínas de origen marino que la media nacional, que es de 28,6 kilos por persona y año. Pero pese a los especiales vínculos de Galicia y el mar, la dieta de sus oriundos no está demasiado vinculada al pescado, al menos no al nivel de aragoneses y castellano y leoneses, que superan en un 18% y un 25%, respectivamente, la media nacional. La palma de la estadística se la lleva Asturias, donde cada ciudadano se come 36,3 kilos de pescado al año. El único revés que sufrió el consumo de productos marinos se detectó en los menús de las instituciones (colegios, cuar-teles, residencias...) que el año pasado sirvieron un 4% menos de pescado que en el ejercicio anterior.