Diario de León
Publicado por
e.a. | redacción
León

Creado:

Actualizado:

Cincuenta años atrás, las molestas espinas podían más que los beneficios de los ácidos Omega-3 y el pescado constituía un modesto 8,3% de la factura del supermercado. Las familias de 1958 preferían los hidratos de carbono del pan, las pastas y los cereales -que suponían un 18,5% del gasto de los hogares en alimentación- y las vitaminas de las hortalizas y las patatas (13,1%), antes que las proteínas del pescado y casi a las de la carne (17,6%). Pero los modernos hábitos de alimentación, forjados a base de consejos de los nutricionistas, han disparado el consumo de proteínas de origen marino hasta hacer del pescado el segundo gasto más importante del presupuesto que los hogares dedican a alimentación. Según datos del Ministerio de Pesca, la mitad de las familias españolas consume pescado dos o tres veces por semana y un tercio de la población ingiere moluscos una vez por semana. Ahora bien, comer crustáceos a ese ritmo sólo lo hacen dos de cada diez personas y un 21% no se da nunca ese lujo. Por raro que parezca, para comer pescado también hay preferencias. Los gallegos y los canarios prefieren ingerir las proteínas llegadas del mar en la comida del mediodía, mientras que en Castilla y León y Castilla-La Mancha optan por la noche para consumir productos marinos. El resto de las comunidades autónomas lo consume indistintamente. Hasta para comprar pescado hay preferencias. El fresco se adquiere por la mañana, principalmente en pescaderías y tiendas tradicionales, y suele hacerlo una mujer de entre 50 y 64 años que vive en un núcleo familiar de cuatro personas. Para el congelado se prefiere el supermercado. Ahora bien, del arcón cogen congelados personas de todas las edades y sexos que viven en hogares de más de seis personas y platos preparados los hombres menores de 35 años que trabajan fuera.

tracking