| Análisis | Un mal dato |
El techo del control del IPC
El Gobierno admite dificultades para reconducir la inflación hasta el objetivo anual, fijado en el 2%. Sólo el gasóleo de calefacción creció en un año casi un 35%, según el INE
Los precios se dispararon el 1,4% en abril, un mes en el que coincidieron el final de las rebajas de invierno con las secuelas del petróleo caro y el efecto de las heladas sobre las hortalizas frescas. La inflación anual ya se coloca en el 3,5%, mientras la acumulada alcanza el 1,6%, sólo cuatro décimas por debajo del 2% anual que determina el Banco Central Europeo como techo en su política de control de los precios. El Gobierno reconoce que ese objetivo se presenta cada vez «más difícil», y el vicepresidente Pedro Solbes ha admitido su preocupación por las repercusiones del encarecimiento del crudo, que ya empieza a trasladarse a precios finales de forma directa. El gasóleo de calefacción se ha encarecido nada menos que un 34,9% en los últimos doce meses. Ahora se temen los efectos llamados «de segunda vuelta», si los agentes económicos y sociales optan por repercutir estas subidas o demandar retribuciones compensatorias. El diferencial con la zona euro ha vuelto a trepar hasta 1,4 puntos, en zona de máximos, tomando como referencia el avance de datos de la oficina estadística europea. Es un valor demasiado alto, por más que el crecimiento de la economía española siga siendo superior al del conjunto de países que han adoptado la moneda común, y los agentes económicos. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, insistió, en la previsión de que el Índice de Precios de Consumo se moderará «en los próximos meses» y mencionó como principales datos positivos del pasado abril la evolución de los servicios y el comportamiento de la inflación subyacente.