La economía española creció en el 2004 el 3,1% por la inmigración

La nueva foto económica de España, construida a partir de los 42,6 millones de habitantes que, a mediados de 2004, aparecían reflejados la Contabilidad Nacional-dos millones y medio más que cuatro años antes, inmigrantes en su mayoría-, es la principal causa que ha llevado al Instituto Nacional de Estadística (INE) a elevar cuatro décimas, hasta el 3,1%, el crecimiento estimado en 2004. Somos más ricos, pero también somos más. Y ya lo éramos en los años más recientes. El alza se produce tras revisarse al alza el Producto Interior Bruto (PIB) a precios corrientes en proporciones que van desde el 3,2% en el año 2000 al 4,9% en 2004. En términos reales, es decir, descontada la inflación, los aumentos se sitúan en el 3,5% en 2001, el 2,7% en 2002 y el 2,9% en 2003. Son alzas que oscilan entre las cuatro décimas y el medio punto para cada uno de esos años. En 2004, el PIB ascendió a 837.557 millones de euros, 38.885 millones más. De ese aumento, 5.395 millones hay que atribuirlos a la inclusión del margen de intermediación de las entidades financieras, y los 33.490 millones restantes a otros cambios, siendo el aumento de la población el más relevante de ellos. El ministerio de Economía, por su parte, ya piensa que se le ha quedado corta su previsión de crecimiento económico para este año. Los Presupuestos cifran el avance de este año en el 2,9% del Producto Interior Bruto, y el secretario de Estado, David Vegara, anunció que habrá una revisión al alza. Al cambio ahora realizado, reconoció la presidenta del INE, Carmen Alcaide, sucederán otras actualizaciones, porque el padrón ya reflejó al término del primer trimestre de este año una población española superior a los 44 millones de habitantes. Menores salarios La base del PIB español cambia para adecuarse a la realidad, y su nueva imagen introduce algunas variaciones significativas en la nueva estructura económica. El peso de la inversión es algo mayor, gracias a la destinada a bienes de equipo, y a la revalorización del inmobiliario, mientras pierde un poco el comercio exterior y ese recorte se aplica por igual a importaciones y exportaciones. Lo que no evita que se acentúen los números rojos de la cuenta de España con el resto del mundo: nuestra necesidad de financiación exterior se eleva a 36.753 millones de euros, cifra equivalente al 4,6% del nuevo PIB. En el reparto del Producto, desciende el peso de la remuneración de los asalariados, la proporción que alcanzan los impuestos es similar, y se elevan los excedentes empresariales. La explicación reside en que los trabajadores de reciente incorporación perciben salarios inferiores menos.