Diario de León

| Reportaje | Riesgo de apagones |

Calor?y?ordenadores?contra?la?luz

La falta de lluvias, el calor elevado y el uso de climatizadores y ordenadores dispara la alarma en España ante el temor a que la saturación de la red eléctrica cause apagones

Un hombre practica deporte en las proximidades de una torre de alta tensión

Un hombre practica deporte en las proximidades de una torre de alta tensión

Publicado por
María José Alegre - ?adrid
León

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Pocas lluvias e irregularmente distribuidas, temperaturas más elevadas que la media habitual en primavera, un crecimiento sostenido de la actividad económica y una demanda doméstica disparada por el uso de climatizadores y ordenadores han encendido las alertas. Tanto Red Eléctrica, operador del sistema, como las compañías productoras se curan en salud y ya no descartan la posibilidad de que se produzcan apagones en las próximas semanas «si sobrevienen incidentes». Con una red mallada, y un sistema relativamente eficiente, generadores, distribuidores y transportistas españoles de electricidad se pusieron manos a la obra hace ya dos años para evitar que el tirón de la demanda repercutiera en el suministro. Las iniciativas emprendidas -sumadas a la severa sequía de los últimos meses- han puesto de manifiesto importantes debilidades. Aunque la capacidad de generación dispone de un margen más amplio de garantía, la mínima producción hidráulica y la difícil predecibilidad de la eólica han reforzado el papel protagonista de las centrales que queman gas natural y producen electricidad mediante la tecnología del ciclo combinado. Pero la fuerte demanda internacional de gas ha disparado los precios y complicado seriamente los aprovisionamientos de esta materia prima, ahora considerada básica. De cara a la planificación a medio plazo -y si se mantiene la fuerte apuesta por el gas-, el operador del sistema ya ha reclamado que se refuerce el abastecimiento, asegurando los almacenamientos (subterráneos o en superficie), la capacidad de inyección de estos a la red y la solidez de la cadena de suministro. Finalmente, transporte y distribución siguen chocando con la resistencia de las poblaciones y administraciones locales a los emplazamientos de instalaciones en sus territorios. Aire La puesta a prueba tendrá lugar este mismo verano. El presidente de Red Eléctrica, Luis Atienza, ya ha avanzado que puede producirse alguna interrupción del suministro en las áreas este y sur del país (Andalucía, Comunidad Valenciana, tal vez en Cataluña), porque la demanda punta horaria presentará fuertes crecimientos -el techo llegó a ser, el pasado invierno, superior en un 15% al de un año antes- y porque sólo con un elevado sobredimensionamiento de las infraestructuras eléctricas se podría hacer frente a los momentos más críticos. Una factura que la tarifa no compensaría en absoluto. El verano se presenta más complicado, si cabe, que el invierno. El acondicionador ha entrado con fuerza en los hogares. Muchas viviendas están ahora equipadas con línea ADSL y mantienen los ordenadores día y noche conectados. Son consumos mínimos que, agregados, aumentan la demanda básica. Por el lado de la oferta, si se produce una sobrecarga en verano, el enfriamiento de la instalación requiere más tiempo. La generación debería ser suficiente con la puesta en marcha de las centrales de ciclo combinado y pese a la sequía que hace casi simbólica la producción hidroeléctrica. En el transporte y la distribución los cuellos de botella se han visto aliviados por las inversiones realizadas, pero tanto el operador del sistema como las compañías padecen retrasos por las trabas administrativas o la oposición vecinal. Este verano coincide con el compás de espera del sector eléctrico ante los importantes cambios que se avecinan. Todo el marco regulador experimentará reformas, se darán a conocer unas primeras indicaciones sobre la planificación y las empresas ya le han pedido a Industria que estudie la posibilidad de hacer trimestral la revisión de la tarifa, para adecuarla a la evolución del precio del combustible y otras circunstancias.

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