El Gobierno baja la fiscalidad de los extranjeros para captar empresas

El Gobierno acordó ayer la modificación del reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con dos objetivos. Por una parte, para regular el régimen especial de tributación del Impuesto sobre la Renta de no Residentes. Y por otra, para reducir la fiscalidad a los agricultores y ganaderos, ya que se eleva el porcentaje de gastos deducibles de difícil justificación en sus declaraciones. La modificación se ha articulado en forma de Real Decreto, que desarrolla reglamentariamente el denominado «régimen de impatriados», que fue aprobado por el anterior Gobierno de José María Aznar mediante la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas para el año 2004. Este régimen especial establece la posibilidad de que las personas físicas que adquieran su residencia fiscal en España, en virtud de un contrato laboral, puedan optar por tributar por el Impuesto sobre la Renta de no Residentes, que les es más favorable que el marco general recaudatorio español. Lo más importante es que se establece un tipo fijo para gravar las rentas de los extranjeros que trabajen en España de un 25%. Eso sí, esta indudable bonificación fiscal les supondrá que no podrán deducirse ningún gasto ni tendrán derecho a la aplicación de prácticamente ninguna deducción o reducción La finalidad que persigue esta modificación, según el Ejecutivo, es facilitar la implantación de empresas extranjeras en España. En concreto, los cambios serán muy atractivos para facilitar la implantación de multinacionales, ya que el traslado de sus directivos a la filial española será más barato, siempre que la compañía negocie su retribución neta. Estas modificaciones favorecerán el fichaje de «cerebros» y talentos profesionales en todas las áreas y beneficiará especialmente a los clubes de fútbol, cuyas estrellas pasarán a pagar menos impuestos.