El euro dispara el coste de la vida en las principales capitales europeas

La fuerte revalorización que ha experimentado el euro respecto al resto de monedas en el último año se ha traducido en un importante encarecimiento de los precios de la Unión Monetaria en comparación con los del resto del orbe. Como consecuencia, un total de 32 ciudades europeas forman parte este año de «selecto» grupo de 50 urbes mundiales donde resulta más costoso vivir. La aportación continental se ha incrementado en el 2005 en seis poblaciones, entre ellas Barcelona y Madrid, que han escalado más de diez posiciones respecto al año pasado. La consultora Mercer, en su estudio semestral sobre la carestía de las ciudades, reveló este lunes que la ciudad condal ha pasado de ocupar la posición 56 a situarse en la 41. La capital, por su parte, ha pasado de la 61 a la 46, de lo que se desprende que a los barceloneses el día a día le sale algo más caro que a los madrileños. Una comparación que no debe preocupar al resto de ciudadanos del país, pues la lista no incluye a ninguna otra población española entre las 144 más caras del mundo. El informe analiza el coste de la vida a través del precio de más de 200 productos y servicios, entre los que hace especial hincapié en la vivienda, la ropa, el transporte, el ocio y los electrodomésticos. Estos datos, según sostiene Mercer, son los que las multinacionales tienen en cuenta a la hora de decidir la retribución de sus empleados «expatriados». Estas macroempresas ajustan sus salarios a las condiciones económicas del país con el objetivo de que sus trabajadores no pierdan poder adquisitivo. La primera ciudad europea en aparecer en el «ránking» es Londres, que ocupa el tercer lugar, merced al repunte de la libra frente al dólar y el precio del alojamiento y el transporte. Madrileños y barceloneses pueden estar contentos si se comparan con los de la capital británica. Así, por ejemplo, un CD de música vale allí una media de 24,90 euros, frente a los 21 que cuesta en la ciudad catalana y los 18 que hay que desembolsar en la capital. El viejo continente sigue aportando el mayor número de ciudades de precios prohibitivos a la lista, con Moscú (4), Ginebra (6), Zurich (7), Copenhague (8) y Oslo (10) formando parte del «top ten». Tokio en cabeza Tokio es, al igual que sucedió en los seis últimos meses del 2004, la ciudad más cara del mundo, seguida de cerca por la también japonesa Osaka. Una situación que Mercer achaca a la apreciación del yen frente al dólar. Esta debilidad de la moneda estadounidense ha provocado que sus poblaciones resulten comparativamente más baratas que hace un año. Nueva York ha perdido una posición, y ahora ocupa la 13. Sin embargo, es mucho más espectacular el «abaratamiento» del que se han beneficiado los ciudadanos de Los Ángeles, pues su ciudad ha perdido diecisiete posiciones, hasta la 44, justo detrás de Barcelona. Los bolsillos de los habitantes de la vecina San Francisco también tienen razones para sentirse aliviados, porque la ciudad ha pasado del lugar 38 al 50. Las últimas posiciones de la lista la ostentan ciudades latinoamericanas, como Caracas (138), Montevideo (140) y Buenos Aires (142), además de las urbes indias de Chennnai (138) y Bangalore (141) y la capital filipina, Manila, que se sitúa en la 143. Sin embargo, el «farolillo rojo» volvió a corresponder en el primer semestre del 2005 a la capital de Paraguay. La vida resulta en Asunción tres veces más barata que en Tokio. Sobrevaloración El Gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, aseguró ayer en Valencia que en materia de precios de la vivienda en España hay una «cierta sobrevaloración», sin entrar en la discusión de los números «porque la inexactitud de los mismos es muy amplia», si bien añadió que desde el Banco de España consideran que esa sobrevaloración «es perfectamente compatible con que el ajuste de la misma sea sin traumas, suave, acercándonos al equilibrio y que no necesariamente lleve consigo un ajuste traumático, una caída importante de los precios». Según Caruana, junto a esa «cierta sobrevaloración», la situación patrimonial de las familias «es buena», por lo que desde el Banco de España el mensaje que lanzan «no es de alarma, sino simplemente de precaución, de prudencia» y, aunque matizó «que cuanto más nos vamos separando del precio de equilibrio las probabilidades de ajustes de precios serán mayores», insistió.