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La economía europea no se recupera según el Banco Central Europeo

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colpisa | madrid

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El Banco Central Europeo (BCE) sigue sin ver signos de recuperación en la economía continental, atenazada por el elevado precio del petróleo, con un crecimiento más bajo del esperado y una inflación que superará seguro el 2 por ciento, según las últimas estimaciones. Este es el diagnóstico realizado en su último informe mensual por la institución que gobierna el francés Jean Claude Trichet, que incluso estima que el avance comunitario durante el segundo trimestre no superará el medio punto porcentual. El diagnóstico es similar al de semanas anteriores, pero en esta ocasión los expertos del BCE admiten sin reparos que ese crecimiento menor será un hecho, salvo cambios de última hora, por culpa del elevado precio del petróleo, cuya cotización lleva días próxima a los 60 dólares por barril. También juega en contra la debilidad de los mercados de trabajo de dos Estados referentes en el continente: Alemania y Francia. No descartan, en todo caso, una mejora para finales de año, gracias sobre todo a la buena marcha del sector privado y al aumento moderado de beneficios en las empresas, pero mantienen su preocupación respecto al comportamiento de la inflación. Nivel «históricamente bajo» A pesar de ello, en el Banco Central Europeo recuerdan que los tipos de interés se encuentran en la zona euro en un nivel «históricamente bajo» (el 2 por ciento) desde mayo de 2003, lo que representa «un estímulo constante para la actividad económica». Se trata, sin duda, de un claro mensaje de estabilidad dirigido a aquellos que apuestan por un nuevo recorte, o los que se inclinan más por una subida pequeña, que ahora mismo son los menos. Para el economista jefe del Banco Central, el alemán Otmar Issing, el principal problema es la falta de confianza de la demanda interna, que se traduce en un consumo demasiado moderado. Además, relacionó este problema en algunos países con el elevado precio de la vivienda, si bien declaró que la preocupación por la posible existencia de una burbuja inmobiliaria es «limitada». También insistió en la necesidad de que la política monetaria del BCE mantenga su línea de neutralidad.