Un informe de la Comisión Europea cifra en el 12% el aumento acumulado anual
España es el país de la zona euro donde más ha subido la vivienda
Los menores aumentos del precio de la vivienda se registraron en Austria y Alemania
España es el país de la zona euro donde más ha subido el precio de la vivienda desde 1999, según un informe de la Comisión Europea hecho público ayer. El documento cifra en el 12% el encarecimiento anual acumulativo de los pisos, lo que sitúa el mercado nacional como el más inflacionario de los Quince, por delante de Irlanda y Francia. Los bajos tipos de interés y la bonanza económica han alentado al sector inmobiliario de la eurozona, que no ha dejado de crecer desde 1999. Este fenómeno, que la Comisión advierte ya se dio antes -en 1996- en Estados Unidos y el Reino Unido, ha estado marcado por un cierto efecto 'burbuja'. En un estudio sobre la economía de la UE en el último trimestre, Bruselas advierte, como ya lo hiciera el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado septiembre, que parte de la tendencia alcista se debe a factores de difícil explicación. Una nueva reflexión sobre comportamiento de aquellos mercados donde algunas compras se han podido realizar más como inversión ante una futura revalorización que para cubrir una necesidad real. El caso español es el más impactante. El aumento del 12% anual desde 1999 supera con creces los experimentados en los mercados más expansionistas. En Francia, el repunte se sitúa en el 8%, mientras en Irlanda, un país que ha seguido en este aspecto un camino bastante parecido al español, el alza se eleva por encima del 9%. Por detrás aparecen Grecia y Holanda, ambas con un 7%. En el extremo opuesto, Austria y Alemania, donde las casas se abarataron un 4% y un 2% de media cada año, respectivamente. Impacto El informe advierte que el impacto en la economía nacional (en el consumo) no ha sido homogéneo, y el 'rally' alcista de la vivienda no ha tenido efectos positivos para todos. Sí se han apreciado en Holanda, Finlandia o Irlanda, mientras que en el caso español la Comisión apunta que no está tan claro y lo deja en un