Los pilotos de Air Europa se plantean ir a la huelga después de las vacaciones
Los pilotos de Air Europa, segunda compañía aérea española por volumen de negocio, estudian ir a la huelga en el regreso de las vacaciones, ante la negativa de la compañía a negociar sus reivindicaciones, sobre todo salariales. Sus compañeros de Iberia pueden seguir el mismo camino en septiembre. La última movilización de este tipo tuvo lugar a finales de noviembre, y obligó a cancelar más de medio millar de vuelos de la firma Spanair, que para desconvocar el paro tuvo que readmitir a un comandante despedido y aceptar que los sindicatos participarán más en sus decisiones empresariales. En el caso de la aerolínea del grupo turístico Globalia, propiedad de la familia Hidalgo, el motivo esgrimido por el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) para plantearse todo tipo de movilizaciones es la negativa de la dirección a sentarse en una mesa de negociación. Su queja principal es que los responsables de la empresa sí se han reunido durante las últimas semanas con miembros de otros colectivos de trabajadores, mientras «continúan ignorando a los representantes legítimos de sus pilotos». Antes de concretar sus medidas de protesta, el Sepla distribuirá en los próximos días entre sus afiliados de Air Europa una encuesta para «comprobar el grado de apoyo a una posible huelga». Según fuentes consultadas, de llevarse a cabo el paro éste seguramente tendrá lugar en la semana del 29 de agosto al 4 de septiembre próximos, es decir, en pleno regreso de las vacaciones estivales, lo que sin duda agravaría los problemas que esperan los aeropuertos españoles para esas fechas y provocaría innumerables retrasos y anulaciones de vuelos. Negociación Los pilotos denuncian que se les ha apartado del diálogo sobre el futuro desarrollo de la compañía, y creen que se debe a un plan de la empresa para tomar una posición de fuerza ante el nuevo convenio. En este sentido, tachan de «ilógico» que, «en medio del clima de tensión actual», los directivos de la aerolínea pretendan responsabilizarles de los retrasos e incidencias que puedan sufrir algunos vuelos, «exigiéndoles constantes informes». En su opinión, «esta actitud responde al afán por utilizar a comandantes expedientados como posible moneda de cambio en futuras negociaciones».