La medida, «prometida» a las comunidades, se destinaría a sufragar el gasto sanitario
Solbes estudia subir los impuestos indirectos para financiar la Sanidad
Las tasas que se elevarían más de un 5% serían, sobre todo, las que gravan el alcohol y el tabaco
Solbes quiere elevar las competencias autonómicas en impuestos
El Gobierno ha «prometido» a las comunidades que subirá más de un 5% el tramo estatal (60% del total) de los impuestos del alcohol, el tabaco y los carburantes para financiar el déficit sanitario, cuyo agujero a día de hoy superaría los 7.500 millones de euros. En contrapartida, ha emplazado a las autonomías a hacer lo mismo, incluido el gravamen especial sobre la electricidad, una posibilidad que muchas regiones -en especial las gobernadas por el PP- rechazan al apostar por que se refuerce sin más el Fondo de Suficiencia. Con el paso de las semanas, y ante la cercanía de la Conferencia de Presidentes -prevista para el próximo 6 de septiembre-, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y su equipo están dispuestos a rebajar sus primeras exigencias a las Administraciones territoriales para evitar que fracase el consenso deseado por el jefe del Ejecutivo. Para ello, pondrían sobre la mesa una partida de unos 2.500 millones de euros (ampliable a 3.000 en la negociación Estado-comunidades), con la que financiar la deuda de la sanidad pública hasta el 2007, aunque aún no está claro con qué criterio se distribuiría. La mayoría prefiere la población, pero ésto perjudica a buena parte de las comunidades gobernadas por el Partido Socialista. Ese dinero, apenas la mitad del agujero sanitario (5.266 millones) computado entre 1999 y 2003 (cuando concluyó el proceso de transferencias), lo obtendría en buena medida vía impuestos indirectos, es decir, aquellos que gravan el consumo y no la renta. Rebasar la inflación La intención de Solbes, ya trasladada a los consejeros de Hacienda autonómicos, es elevar los tributos sobre el tabaco y el alcohol, e incluso sobre los carburantes y otros gravámenes especiales (transporte, productos intermedios, cerveza y vino), muy por encima de la inflación prevista, un ilusorio 2%, muy distante del 3,1% interanual de junio pasado. La subida la aplicaría en el tramo estatal de estos impuestos, con independencia de que las comunidades hagan lo propio en el cedido (40%). Una parte del Gobierno quiere vincular esta acción a una contrapartida similar por las autonomías, pero la otra prefiere ser más generosa y permitirles una prórroga de dos años para incrementar su carga fiscal. Durante ese tiempo sólo se les exigiría un control mayor del gasto sanitario, aunque al final también tendrían que recurrir a la solución tributaria. Eso sí, las comunidades que no asuman ese compromiso deberían continuar, sin ayuda adicional, con el modelo actual de financiación, deficitario para la mayoría de ellas.