España tiene más eventuales que Gran Bretaña, Italia, Bélgica y Suecia juntos

Cinco millones de personas tenían contrato temporal en el segundo trimestre de este año, y esta cifra, pero, sobre todo, la elevada proporción de empleos temporales que se produjo en ese periodo -nada menos que 33,3 por cada cien- ha reavivado las alarmas entre los agentes económicos y sociales. El sindicato UGT acaba de denunciar que esa tasa de temporalidad es la más alta nunca registrada en España, con la excepción del bienio 1994-95, y que duplica con creces la media europea, cifrada en el 13,6%. «En nuestro país hay más trabajadores temporales que en Italia, el Reino Unido, Bélgica y Suecia, sumados todos ellos», censura la central de inspiración socialista. Si España representa el 10% de la población ocupada de la zona euro, también acumula el 31% de todos los empleados temporales de la región. En el último año, la tasa de temporalidad ha subido 2,5 puntos porcentuales, asevera UGT, que coincide en esta apreciación con el Banco de España. «La cifra de trabajadores con contrato temporal -comentó en su último informe el instituto emisor-, aumentó a una tasa del 13,2% en el segundo trimestre, casi 5 puntos porcentuales por encima de la registrada en los primeros meses del año y muy superior a la de los asalariados indefinidos, que fue de apenas el 3% en el mismo periodo». «Como resultado -concluía el Banco de España-, la ratio de temporalidad se elevó en más de 1,2 puntos porcentuales respecto a la del mismo trimestre del año pasado». Empleo indefinido La situación, lejos de corregirse, se está agravando, asegura UGT. Y es que en sólo dos años el número de trabajadores temporales ha crecido el 20%, y, ahora, la contratación temporal contribuye con más del 50% de los empleos creados, cuando en 1998 el 80% del nuevo empleo era indefinido. Peor aún: en el periodo comprendido entre abril y junio de este año, más de tres de cada cuatro empleos asalariados creados (concretamente el 77%) fueron temporales. La lacra de la temporalidad elevada afecta a todos los grupos laborales. Crece más entre los hombres que entre las mujeres, seguramente porque el segmento femenino ya alcanza un 35,5% de empleo con duración determinada.