La crisis del crudo dispara la inflación
El Gobierno mantiene las previsiones macroeconómicas para el ejercicio, aunque la evolución de los precios levanta las críticas de oposición y sindicatos
El Gobierno cree que es muy difícil que la inflación interanual acabe el año por debajo del 3% después del último repunte registrado en julio y teniendo en cuenta el encarecimiento actual del precio del crudo. A pesar de este incremento, el Ejecutivo mantiene el cuadro macro para el 2005, que prevé un aumento del PIB del 3,3%. Desde el PP se responsabiliza al Gobierno de que España tenga la tasa de inflación más alta de Europa y se afirma que en materia económica el Gobierno sólo hace dos cosas: propaganda y previsiones irreales. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, afirmó que los productos energéticos han aportado un punto al incremento de la tasa interanual en julio y, como consecuencia de ello, el precio de los carburantes contribuyó con casi tres décimas al repunte anual de la inflación. Por ello, señaló que la fuente inflacionista «más significativa» proviene del fuerte incremento del precio internacional del crudo. No obstante afirmó que la inflación subyacente se mantiene en niveles moderados, lo que indica, en su opinión, que no hay «grandes presiones inflacionistas de corte estructural». Vegara admitió que el encarecimiento del crudo «no es una buena noticia» para la economía, pero aseguró que el Gobierno sigue considerando válido el cuadro macroeconómico que aprobó a finales de julio y que prevé un aumento del PIB del 3,3% en el 2005, a pesar de que se hizo con una previsión de 55 dólares el barril. Pero el dato del IPC de julio es bastante grave para el Partido Popular, que responsabiliza al Gobierno de la alta inflación de Europa. «El Gobierno no puede escudarse en la subida internacional del precio del petróleo, puesto que el crudo sube para todos», afirma el secretario ejecutivo de Economía popular, Miguel Arias Cañete. El PP considera que el Gobierno se limita a mantenerse en la autosatisfacción sin tomar una sola medida que ayude a corregir el problema de competitividad de la economía española. Los populares aseguran que no se entiende la euforia del Gobierno con este dato de inflación, con el moderado dato de crecimiento del PIB en el segundo trimestre y con el crecimiento del paro registrado en el mes de julio. «En lugar de utilizar propagandísticamente estadísticas, el Gobierno debería tomarse en serio el bienestar de los españoles. Así, los presupuestos de 2006 deberían adecuarse a las necesidades de competitividad de la economía española». De la misma opinión es UGT quien reclama que los próximos Presupuestos Generales sienten las bases sobre el control de precios. El IPC bajó el 0,6% en julio enb el conjunto del país, lo que situó la inflación acumulada en los siete primeros meses en el 1,5%, y elevó la interanual al 3,3%, dos décimas más que un mes antes. La tasa subyacente -excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía- bajó el 1,1%, por lo que acumula un aumento en los últimos doce meses del 2,5%, misma tasa que en junio.