La economía española sortea el escollo del crudo y crece un 3,4%

Mientras las grandes economías de la zona euro pierden fuelle, la española sigue mostrando signos de fortaleza, ajena, de momento, a la escalada del crudo. Así al menos lo evidencian los datos correspondientes al segundo trimestre del año, período en el que el producto interior bruto (PIB) creció un 3,4% en tasa interanual (últimos doce meses), una décima más que en el trimeste anterior. Este nuevo paso adelante fue posible gracias al empuje del consumo de los hogares (aumentó un 4,8%) y la inversión empresarial (se incrementó un 7,5%) y a pesar de la amenaza que supone la imparable subida de los precios del petróleo. En este sentido, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguró ayer que el comportamiento de la economía española permite «seguir siendo optimista» y no esperar un impacto «muy relevante» de la cotización del oro negro en los próximos trimestres, a pesar de que reconoció que «un crudo a 70 dólares» debe preocupar al Gobierno. El Ejecutivo de Zapatero descarta cualquier tipo de compensación directa a los consumidores de gasóleo para atenuar los efectos del encarecimiento del petróleo y tiene puestas sus expectativas en que, una vez superados los factores excepcionales -como el efecto del huracán Katrina -, el crudo vuelva a niveles inferiores a los 70 dólares. Vegara recordó ayer que España tiene comprometido un calendario para elevar la fiscalidad del gasóleo sobre los actuales niveles, y lo que no puede hacer, en modo alguno, es reducirla. Los precios del petróleo se mantenían ayer en terreno de máximos históricos, a pesar del anuncio de que el Gobierno de EE. UU. echará mano de la reserva estratégica de petróleo para paliar los cortes de suministro derivados del paso del huracán Katrina por la costa estadounidense. Una decisión que la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el organismo encargado de velar por los intezreses energéticos de los países desarrollados, ha calificado de «precipitada». En opinión de la AIE, se trata de «una reacción de pánico» debido a la imprevisible de los fenómenos naturales. El barril de crudo brent -la referencia en Europa- llegó a pagarse ayer a 68,24 dólares y el west texas -referencia en EE. UU.- a 70,65.