El BCE pide a España más flexibilidad laboral para reducir la inflación
El Gobierno y los agentes sociales deberían flexibilizar las condiciones laborales para reducir el diferencial de inflación con la zona euro. Así lo reclamó este viernes el consejero ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) José Manuel González Páramo, quien se mostró muy crítico con las «rigideces» del sistema nacional de fijación de salarios. Las cláusulas que ligan los sueldos al Índice de Precios al Consumo (IPC), según advirtió, no contribuyen a reducir esta divergencia entre los precios españoles y los comunitarios. Respecto a los tipos, sugirió que no se esperan cambios a corto plazo. En la presentación de un libro del Banco de España, González Páramo denunció que este tipo de mecanismos de revisión salarial contribuyen a crear tensiones inflacionistas y limitan la capacidad de reacción de la economía. Una situación que, añadió, se ve agravada por el estancamiento de la productividad, que pone en peligro la «composición competitiva» del país. El diferencial de inflación de España con la media de la eurozona se incrementó en una décima en septiembre respecto a agosto, hasta alcanzar los 1,2 puntos porcentuales. El índice nacional de precios al consumo armonizado alcanzó el mes pasado el 3,8% -el segundo más alto del grupo-, mientras que el promedio de la unión monetaria se situó en el 2,6%. Estabilidad presupuestaria El consejero del organismo supervisor comunitario admitió que el diferencial de inflación no es elevado, pero insistió en que tampoco puede llevar a la «complacencia». Para reducirlo, apostó por la estabilidad presupuestaria y por una política fiscal equilibrada. A su juicio, éstas medidas permitirían evitar la «perturbación» que supone la coexistencia del rápido repunte de la demanda interna con la diferencia de precios respecto a los principales socios comerciales. Este desfase es una de las causas del incremento del déficit de la balanza comercial, que aumentó un 33,6% entre enero y julio. González Páramo sostuvo, por otra parte, que los tipos de interés permanecerán estables mientras el encarecimiento de la energía no provoque una escalada de precios. El BCE mantuvo el jueves el precio del dinero en el 2%, nivel que registra desde mayo del 2003.