Los expertos ven en la pérdida de competitividad «un riesgo a largo plazo» para la economía española
La pérdida de competitividad, que se hace patente en el creciente déficit exterior, supone «un riesgo a largo plazo» para el crecimiento de la economía española. Así lo cree la mayoría de los expertos consultados por PriceWaterhouseCoopers en su Consenso Económico correspondiente al primer trimestre de 2006, publicado este domingo. Los analistas señalan como primera causa del desequilibrio el diferencial de precios y costes con el resto de competidores internacionales y ven en China y los países del Este las principales «amenazas» para el desarrollo futuro. Los encuestados alertan también sobre el excesivo endeudamiento de los hogares. A la peor relación costes-precios respecto a otras economías, los expertos añaden una larga lista de lastres que explican la falta de competitividad de las empresas españolas frente a sus competidoras internacionales y sustentan el sesgo negativo del balance exterior. Entre estas, sitúan como la más importante la deslocalización de la que se benefician algunos países emergentes. Del mismo modo, el 30% de los analistas se refieren a la menor demanda existente en España, sobre todo en comparación con Europa, así como a al encarecimiento del petróleo y el resto de materias primas. Aunque el 57,9% de los encuestados considera que este panorama supone un riesgo sólo a largo plazo, un nada desdeñable 38% entiende que el peligro se presenta incluso en el corto plazo. La pérdida de competitividad española, añade el informe, es mucho más patente en Asia (57% de las respuestas), en Estados Unidos (53%) y en el resto de Europa (40%) que en América Latina (20%) o África (12%). El trabajo, basado en la opinión de empresas, analista financieros, universidades, asociaciones profesionales y centros de investigación, dibuja también el mapa de los principales »enemigos« comerciales de España. Son, por orden, China (66% de las contestaciones), los países del centro y el este de Europa (65%), el resto de países desarrollados (39%) y los otros países asiáticos (38%). Recetas El Consenso Económico revela también las recetas que los expertos proponen para paliar la situación. El 66% de aquellos apuesta por «hacer un mayor esfuerzo de comercialización de nuestros productos y marcas», mientras el 65% entiende prioritario diversificar los mercados. A esto se suma reducir la tasa de inflación (56% de las respuestas), recortar los costes laborales (34%), aminorar otros costes (32%) y evitar una mayor depreciación del euro respecto al dólar. Los puntos de vista A pesar de las advertencias, nueve de cada diez encuestados creen que la coyuntura económica nacional es buena y sólo un 0,86% opina que es mala. La previsión para el primer semestre de este año es mayoritariamente (72%) de mantenimiento, mientras un 22% cree que empeorará. La estimación de crecimiento del Producto Interior Bruto(PIB) para 2006 es de entre el 3,1% y el 3,5% para un 58% de los consultados y de entre un 2,6% y un 3% para el 33%. La cifra que maneja el Gobierno es el 3,3%. Respecto de la situación de las familias, el 90% de los encuestados considera que la tasa de ahorro de los hogares es baja. Casi la mitad de los expertos, el 48%, cree disminuirá en los próximos seis meses y un 40% opina que se mantendrá estable. A la pregunta «¿Cómo valora usted el nivel de endeudamiento de las familias?», el 92% afirma que es alto y más de un 50% añade que aumentará en el primer semestre de 2006. Sobre la vivienda, resulta significativo el cambio de opinión de los panelistas: el 70% espera que la inversión inmobiliaria se desacelere en los próximos seis meses, cuando en el Consenso anterior esta posibilidad sólo era contemplada por el 33%.