Economía teme que el alza del crudo «complique» un IPC ya en el 3,9%

Los precios subieron siete décimas en marzo, por el cambio de temporada, el fin de la guerra del tabaco y la imparable escalada del aceite. Un menor encarecimiento de la energía en ese mes respecto al año anterior hizo posible el descenso de una décima en la tasa de inflación, que, medida con criterios europeos, se sitúa ahora en el 3,9%, todavía 1,7 puntos por encima de la media de la zona euro. Pero el Gobierno teme que el nuevo repunte del crudo complique aún más las cosas. Lo reconoció el vicepresidente Pedro Solbes, de viaje oficial en China, y el secretario de Estado de Economía, David Vegara admitió que con el petróleo rozando los 70 dólares por barril no se conseguirá que la tasa de inflación baje del 3% el próximo verano. En marzo, respecto a febrero, el vestido y calzado se encarecieron el 3,3% por el fin de las rebajas y la llegada al mercado de los artículos de primavera-verano. Más preocupante es la subida del aceite en un 5,5% adicional en marzo. En los últimos doce meses, y por culpa de las malas cosechas y las tensiones de demanda, el aceite se ha encarecido el 32,7%. En el caso del tabaco, el incremento de precio del 7,9% registrado el pasado mes es el reflejo de la llamada «guerra» de precios que siguió a los aumentos impositivos. El ritmo de aumento de los préstamos concedidos a los hogares -en particular, créditos hipotecarios- y el comportamiento del petróleo, con peligro de que las subidas repercutan en costes y precios finales, son los principales riesgos que el Banco Central Europeo (BCE) observa para las expectativas de inflación. A corto plazo, la inflación de la zona euro va a seguir estando por encima de 2%, reconoce el BCE Su presidente, Jean-Claude Trichet, dio a entender claramente que el instituto está comprometido en un «movimiento de normalización de los tipos». Trichet dejó así la puerta abierta a una nueva alza de los tipos de interés en la eurozona que podría decidirse el próximo mes de junio.