El Santander ganará este año 7.000 millones, cifra récord en la historia
El grupo Santander prevé obtener este año, al igual que el pasado, el mayor beneficio nunca obtenido por una compañía española. Su presidente, Emilio Botín, adelantó este sábado que la primera entidad financiera del país ganará 7.000 millones de euros. El resultado es un 12,5% superior a los 6.220 millones del pasado ejercicio y duplica las ganancias del 2004. En vista de la buenas perspectivas, el consejo de administración ha aprobado un dividendo a cuenta de los resultados del 2006 un 15% superior al primero del 2005. El anuncio fue recibido con una cerrada ovación por los accionistas reunidos en la junta ordinaria anual del banco, que se celebró en la capital cántabra. El beneficio procederá en gran parte del negocio ordinario del grupo. Sólo 500 millones provendrán de las plusvalías obtenidas por la venta de participaciones, frente a los 1.000 millones que las desinversiones aportaron a las ganancias del año pasado. El grupo se ha desprendido en los últimos ejercicios de la mayor parte de su cartera industrial, pero todavía cuenta con importantes activos. Si se decidiese a vender alguna de estas participaciones, las ganancias del año serían aún mayores, ya que el banco cuenta con unos 4.000 millones en plusvalías latentes. Emilio Botín advirtió que el Santander sigue «atento» al mercado en busca de posibles compras. Y precisó que el interés de la entidad se centra en la banca minorista y la financiación al consumo. «La creación de valor no se producirá a través de fusiones entre iguales, sino a través de adquisiciones selectivas», advirtió. El Santander, según explicó, ya ha cerrado la compra del 19,8% del Sovereign por 2.400 millones de euros, una vez obtenidos los permisos administrativos y superadas las reticencias de algunos accionistas importantes del banco norteamericano. La entidad española podrá hacerse con el 100% a 40 euros por título en julio de 2008. El presidente se congratuló de que la entidad opera en los segmentos y áreas geográficas «de mayor potencial» de Estados Unidos, en una velada referencia a las compras realizadas por su gran rival, el BBVA, en Texas.