Telefónica reorganiza su estructura tras la fusión con móviles

Telefónica reajusta su estructura, tras la reabsorción de su filial de telefonía celular, para aprovechar las economías de escala y las oportunidades de la convergencia fijo-móvil. Quiere ser una compañía integrada y a la vez flexible, de manera que bajo el mando del presidente ejecutivo, César Alierta, figuran un director general o número dos, encargado de la coordinación de los negocios -puesto en el que se mantiene Julio Linares- sobre el que pivotará la compañía, y cuatro direcciones generales para garantizar el acercamiento al cliente. Se mantiene la dirección general de Finanzas, donde sigue Santiago Fernández Valbuena, y se estructuran tres nuevas territoriales, que aglutinan la actividad en España, resto de Europa y Latinoamérica. En el reparto de puestos, la alta dirección de la operadora vuelve a experimentar una de esas peculiares «sacudidas» en su organigrama. El hasta ahora presidente de Telefónica Móviles, Antonio Viana- Baptista, se hará cargo de una nueva dirección general de Telefónica de España, de la que dependerán los responsables del negocio fijo (Guillermo Ansaldo) y el móvil (Belén Amatriain). La actividad internacional se reparte en las otras dos direcciones generales. El área de Latinoamérica (fijo y móvil) dependerá de José María Álvarez Pallete, mientras Peter Erskine mandará sobre las actividades en el resto de Europa.