El pago aplazado de las grandes obras públicas resulta más caro para el Estado
El pago único y aplazado al final de las grandes obras públicas, conocido como «método alemán» por ser muy habitual en ese país, es más caro que el tradicional recurso a la deuda por parte del Estado. Así lo advierte el Tribunal de Cuentas en un reciente informe en el que recomienda a la Administración analizar muy detenidamente la conveniencia en el futuro de este sistema. Además, le insta a prestar especial atención a las cadenas de subcontratación en la construcción de infraestructuras por el peligro que pueden suponer para la calidad de las obras. El organismo analiza un grupo de 33 obras adjudicadas en la época del Gobierno del Partido Popular en las que, asegura, el sobrecoste alcanza el 31% del valor de los proyectos. El método alemán llegó a España de la mano del anterior Ejecutivo, que en 1996 comenzó a licitar este tipo de contratos para la construcción de carreteras y obras de ferrocarril. Un sistema al que el actual Ejecutivo recurrió también a finales de 2004 para financiar un plan extraordinario de carreteras por valor de 2.500 millones de euros. En este modelo, es el adjudicatario el que financia todo el proyecto, que la Administración paga sólo cuando está terminado. Mayor seguridad En su día, se justificó el recurso a esta alternativa en la necesidad de no poner en peligro la estabilidad financiera de las cuentas públicas y poder entrar así en los baremos de déficit exigidos por Bruselas. Hoy, sin embargo, y así lo señala el Tribunal de Cuentas, ya no subsisten todas las razones que entonces lo justificaban, puesto que un cambio en la contabilidad comunitaria exige que se apunten (no que se paguen) los importes anuales en las cuentas del Estado. El Tribunal recalca que «la Administración debería replantearse si hay otras razones -presupuestarias o de distinta índole- suficientes para recurrir en el futuro» al pago aplazado. Sugiere que la adjudicación por el método alemán se decida «caso por caso» tras «los correspondientes estudios de carácter técnico, económico y financiero». La razón del sobrecoste hay que buscarla en el diferencial ofertado por los adjudicatarios y el tipo de interés de referencia.