Los turistas se aprietan el cinturón y complican las cuentas a España

El saldo de los intercambios corrientes de España con el exterior -la cuenta que no incluye las operaciones de inversión- sigue siendo el dato más sombrío de la evolución de la economía, aunque experimentó cierta mejora el pasado mayo. En los cinco primeros mes del año esta balanza se cerró con 37.802 millones de euros de números rojos, equivalente al 4,2% del total del PIB anual, y una cifra que supone un aumento del 31% con relación a los cinco primeros meses del 2005. La mejora de las ventas de bienes y servicios en el exterior se ha visto enturbiada por el descenso de los ingresos netos por turismo en un 12,2%. Los extranjeros se aprietan el cinturón en sus viajes a España y los españoles salimos cada vez más al extranjero. El saldo positivo de la cuenta de turismo y viajes registró una merma del 12,2%, al quedar el saldo neto en 7.006,9 millones de euros, frente a los 8.011,7 de un año antes. Los ingresos brutos por turismo se limitaron a 12.174,2 millones de euros, frente a los 11.736,2 millones de los cinco primeros meses del 2005, lo que supone un descenso interanual del 3,5%. Aunque llega un mayor número de turistas, su estancia es más corta, e inferior el gasto total que realizan. También influye el hecho de que muchos viajeros extranjeros se alojan ya en sus propias residencias, lo que complica los cálculos. Por el contrario, al calor de la bonanza económica los desembolsos de los españoles en el exterior aumentan: entre enero y mayo pasado ascendieron a 4.729,3 millones de euros, un 13,6% más que en el mismo periodo de 2005. Las exportaciones se están recuperando, si bien las importaciones no les van a la zaga. Las rentas, tercer componente de esta balanza, también resulta negativo, al reflejar los aumentos continuados de las remesas que los emigrantes remiten a sus países de origen. El déficit acumulado de la balanza comercial ascendió en los cinco primeros meses del año a 31.773 millones de euros, el 21,6% más que en el mismo plazo de 2005. Las exportaciones aumentaron el 12,5%, pero las importaciones, que siempre parten de un valor más elevado, tuvieron un incremento del 15,1%. Los expertos atribuyen esta evolución al dinamismo de la economía española, que impulsa las compras exteriores, y a la pausada recuperación de los mercados tradicionales.