El objetivo es facilitar la creación de «campeones» nacionales mediante fusiones
El Gobierno cambiará la ley para blindar a las eléctricas españolas
ACS podría controlar Fenosa e Iberdrola u optar por fusionarlas en un gigante del sector energético Méndez se pregunta
La conmoción que vive el sector energético ha hecho ver al Gobierno que las eléctricas españolas corren el peligro de acabar engullidas por las grandes empresas internacionales. Ante esta situación, el Ejecutivo se muestra dispuesto a modificar las normativas sobre competencia en el sector energético español. El objetivo es facilitar la creación de «campeones» nacionales mediante fusiones o, en su defecto, permitir que compañías españolas tomen participaciones relevantes en varias eléctricas, creando núcleos estables de accionistas que dificulten su toma de control por grupos extranjeros. Estas posibles reformas, sugeridas ayer por el secretario de Estado de Economía, David Vegara, y por el propio vicepresidente económico, Pedro Solbes, facilitarían los planes de la empresa de Florentino Pérez, que controla el 34,5% de Fenosa y que pretende hacerse con el 10% de Iberdrola, habiendo conseguido hasta ahora el 6,31%. El artículo 34 del Real Decreto-Ley 6/2000 impide actualmente que cualquier sociedad que posea participaciones superiores al 3% en dos operadores principales del sector energético, como es el caso de Iberdrola y Fenosa tenga derecho de voto. Es decir, que ACS puede tomar el 10% de Iberdrola pero no entrar en su consejo de administración y participar en la gestión. El sustancial aumento de la oferta de E.On para comprar Endesa ha dejado descolocadas a las empresas españolas que pugnan por el sector eléctrico. Ante la presión de la Comisión Europea, el Gobierno confía ahora en que las constructoras mantengan en el país los centros de decisión de las compañías energéticas. Pero la firme posición del grupo alemán ha provocado que la lucha por hacerse con el control de las principales empresas energéticas esté más abierta que nunca. ACS niega la mayor ACS negó ayer de puertas afuera que pretenda fusionar Fenosa e Iberdrola y también que intente entrar en el consejo de esta última. Pero el Gobierno le envió de inmediato el mensaje de que no le importaría que hiciera cualquiera de las dos cosas. David Vegara afirmó ayer que el Ejecutivo «tiene sobre la mesa» la posible modificación de la actual ley «que limita los derechos de voto entre operadores del sector al 3%». Según Vegara, esta normativa tenía «lógica» en el mercado interno para que «los competidores compitan y no tomen participacio-nes cruzadas» monopolizando el sector. Sin embargo, añadió, «es evidente que los acontecimientos de los últimos meses han puesto de manifiesto que el mercado corporativo tiene una dimensión europea». El propio Solbes afirmó que los grandes grupos extranjeros disponen de mayor capacidad de actuación que las compañías nacionales porque éstas últimas «tienen un mercado protegido en su propio país». Según dijo, esto genera «una situación de cierta desigualdad, que merece reflexionar, porque, si no, estamos dando ventajas a otros frente a empresas españolas». Si el cambio se lleva a cabo, Florentino Pérez podría optar por participar en el control de Iberdrola y de Fenosa a través de ACS u optar por fusionar ambas compañías, convirtiéndose en el líder nacional del sector con un 47% de la cuota eléctrica y un 23% del gas. Pero para que la opción de fusionar Iberdrola y Fenosa triunfe plenamente, el Gobierno debería modificar también la normativa sobre el efecto de estas fusiones en la competencia del mercado energético. Con la ley actual, tanto la Comisión Nacional de la Energía como el Servicio de Defensa de la Competencia pondrían trabas y obligarían a la firma resultante a desinvertir, especialmente en ciclos combinados. Esas trabas han hecho fracasar intentos de fusión anteriores como el de Fenosa con Hidrocantábrico o el de Iberdrola con Endesa y dificultaron el intento de Gas Natural de hacerse con Endesa.