Un plan del Gobierno permitirá cobrar el paro desde casa por Internet

El Gobierno tiene casi listo el Plan de Modernización de las Prestaciones por Desempleo, elaborado por el director general del organismo, Valeriano Baillo. Los cambios, vinculados a las nuevas tecnologías, pasan por una reforma de «impacto externo», enfocada a descargar de burocracia la gestión de la cobertura y por otra de «impacto interno», destinada a reducir la carga de trabajo administrativa. No obstante, todavía habrá que esperar meses para que las nuevas tecnologías abarquen todas las oficinas del Servicio de Empleo (antiguo Inem). A partir de ese momento el paro se podrá cobrar desde casa o desde cualquier punto de España a través de Internet. Además, una experiencia piloto realizada por el Servicio Público de Empleo Estatal en nueve provincias -Badajoz, Ciudad Real, Guipúzcoa, Valencia, Córdoba, Zaragoza, Las Palmas, Pontevedra y Salamanca- desvela que el 80% de los parados reconoce no saber buscar trabajo, y el 30% se mantiene pasivo ante su inactividad profesional. El proyecto también confirmó que el principal canal para encontrar una colocación es el de los contactos personales. Iniciativa privada La actividad en las provincias elegidas consistió en una mayor atención personalizada al desempleado por parte de los trabajadores del SPE y planificar con él la búsqueda de empleo. El Gobierno baraja impulsar la iniciativa privada, vía empresas de recolocación, en el sistema público de desempleo. En España, a diferencia de lo que ocurre en otros países del entorno, carece de regulación. La idea del Ministerio de Trabajo es aplicar los cambios en 2007 tras contar con el beneplácito de empresarios y sindicatos. En términos generales, el beneficiario contributivo responde a un hombre, con edad entre los 25 y los 39 años, que accede al desempleo por cese de un contrato, y tras cobrar unos 24 euros diarios permanece en la cobertura durante 7,51 meses. En el capítulo del subsidio aparecen dos prototipos, uno femenino y otro masculino. El primero pertenece a una mujer de edad entre 25 y 39 años, que accede al cobro tras agotar la ayuda contributiva y que causará baja en el sistema por agotamiento de la prestación. El segundo corresponde a un hombre, con más de 52 años, que entra a través del subsidio para mayores, y que abandona la cobertura por jubilación. La permanencia media en ambos casos es de 19,12 meses.