Pedro Solbes considera razonable que las tarifas eléctricas reflejen los costes en vez de aplazarlos

El ministro de Economía, Pedro Solbes, consideró ayer «razonable» que los consumidores paguen el coste actual de la energía en vez de aplazarlo mediante el reconocimiento del déficit tarifario, pero descartó que la próxima subida de la luz incorpore de una vez ese incremento de costes, que es del 30 por ciento. En declaraciones a la cadena de televisión Antena 3, Solbes afirmó que hay que avanzar «de forma progresiva» hacia un sistema que incorpore el coste de la producción de electricidad, ya que, con el modelo actual, «lo van a pagar los que vienen detrás». Según explicó el ministro, la «decisión política» que se adoptó tras la liberalización de la electricidad en 1998 para no incrementar las tarifas por encima del dos por ciento anual ha generado el denominado déficit de tarifa -diferencia entre los ingresos por tarifas y costes del sistema- que el Gobierno reconoce a las empresas eléctricas un año después. El reconocimiento de esta merma de ingresos -que en 2005 ascendió a 3.810 millones de euros- supone que las tarifas reguladas en el futuro deben incluir un determinado porcentaje para compensarla. Hasta el 2020 Solbes, quien puntualizó que todavía no hay una decisión tomada sobre la subida de tarifa y los cambios en su método de cálculo, señaló que el nuevo sistema incorporará los costes de la energía, aunque también existirá una tarifa para los pequeños consumidores «con un tratamiento específico». El ministro dijo que en electricidad es muy difícil implantar una tarifa progresiva, como en el IRPF, pero no descartó la adopción de tarifas «por tramos o algún tratamiento individualizado». En cuanto a la energía nuclear, Solbes afirmó que el problema es cómo internalizar el coste de los residuos, ya que si se tiene en cuenta este concepto la generación eléctrica no resulta barata, y señaló que se trata de un tema «complicado y difícil» que «se puede discutir». Por otro lado, el titular de Economía se refirió a las tarifas del agua para señalar que es necesario estudiar cómo introducir «a largo plazo» elementos que permitan un uso «lo más eficiente posible», aunque adelantó que este concepto «repercutirá muy poquito» en las tarifas del año que viene. En España el agua no tiene un precio, ya que se paga únicamente por su conducción, distribución y saneamiento, recordó Solbes.