Un cálculo complicado en función de cada realidad familiar y personal

El cálculo de las retenciones que las empresas deben efectuar a sus asalariados no es un proceso sencillo. La actualización requiere complicadas operaciones que en la práctica obligan a hacer una pequeña declaración de la renta por cada trabajador. En el resultado que determina qué retención es aplicable a cada caso y qué rebaja se hace respecto al baremo actual influyen multitud de conceptos. Entre ellos se encuentran las circunstancias familiares de cada persona, el propio salario del trabajador, si el cónyuge trabaja o no y en su caso, cuál es el salario de la pareja, así como los gastos deducibles. La reforma del IRPF afectará también a los ingresos de los empresarios y trabajadores autónomos que tributan por el sistema de módulos. Con la nueva normativa, el fisco someterá los ingresos de estos contribuyentes a una retención del 1% con el objetivo de prevenir el fraude fiscal. En un principio, los planes del Gobierno eran elevar esta retención hasta el 3%, pero la presión ejercida por los colectivos afectados hizo que el Ejecutivo rebajara sus pretensiones hasta el punto porcentual finalmente aprobado. El objetivo del control preventivo sobre los ingresos de quienes cotizan por módulos es evitar el uso de facturas falsas. Entre los colectivos profesionales a los que afectará esta medida se encuentran los vinculados a la construcción, como albañiles, carpinteros, fon-taneros, yeseros, cerrajeros, instaladores de aire acondicionado, entre otros. Igualmente se verán afectados sectores de servicios como mudanzas o transporte de mercancías. La reforma no se aplicará, sin embargo, a taxistas y al transportes de viajeros en general.