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P. Allendesalazar / M. Alegremadrid
León

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La hora de que se pronuncien los accionistas de Endesa ha llegado. Quince meses después del lanzamiento de la opa de Gas Natural sobre la eléctrica, y oferta competidora mediante, se han desmontado las trabas judiciales sobre las que el equipo gestor liderado por Manuel Pizarro labró una muy eficaz estrategia defensiva. Ahora queda por develar quien será el futuro dueño de la compañía. El control de la eléctrica se ventilará en una junta de accionistas en la que, previsiblemente, medirán sus fuerzas la alemana E.On y el núcleo que la constructora Acciona se propone aglutinar en torno a su participación. Tan larga espera ha merecido la pena para los accionistas, porque los títulos de Endesa han experimentado una fuerte revalorización, desde los 18 euros que valían en el verano del 2005 hasta los 37,35 euros de este martes, jornada en la que se apuntaron un alza adicional del 1,63%. Una de las claves será el proceso de mejora de ofertas en sobre cerrado. El grupo germano se ha comprometido a pagar un mínimo de 34,5 euros por acción, en tanto la gasista no ha movido su oferta inicial, valorada en unos 23 euros a pagar parte en títulos y parte en efectivo. El mercado apuesta por una eventual subida adicional de E.On, si el presidente Pizarro presiona lo suficiente, mientras considera prácticamente imposible que Gas Natural pueda mantener el pulso económico con el gigante germano dado el diferente músculo financiero de los dos grupos. La gasista no ha querido adelantar si se plantea una mejora, tras reconocer que el precio no se corresponde con las circunstancias actuales. Para E.On se abre ahora un nuevo frente de batalla. Necesita mandar en la compañía para que su gran desembolso tenga sentido, y eso requiere además de la aceptación de su opa por una mayoría, el levantamiento del blindaje que limita al 10% los derechos de voto cualesquiera que sea la propiedad que se alcance. Para lograrlo, será clave el papel de Caja Madrid, que tiene un 9,93% de la eléctrica y forma parte de su consejo, con lo que está obligada a anunciar si acudirá a las opas. Hasta ahora ha apoyado plenamente la estrategia defensiva del presidente Manuel Pizarro frente a la opa de Gas Natural con el argumento de velar por sus intereses económicos, pero ahora tiene que decantarse entre las opciones de vender o mantenerse.