Fomento da por cerrada la crisis de Air Madrid tras un año de huelgas e invasiones de pista en los aeropuertos

El Ministerio de Fomento ha encontrado en Air Comet la mejor oferta para paliar el impacto de la crisis de Air Madrid en los pasajeros y los trabajadores de la compañía. A la espera de lo que resuelvan los tribunales, el departamento dirigido por Magdalena Álvarez entiende que ha cumplido más que de sobra. El caso cierra un 2006 que será recordado como el año del caos en los aeropuertos. Un ejercicio plagado de acontecimientos que han lastrado la imagen del sector a los ojos del mundo y han dejado decenas de miles de afectados. El Gobierno intervino en la resolución de varios de los problemas. Una actitud que levantó algunos recelos. La irrupción y auge de las aerolíneas denominadas de bajo coste ha cambiado el panorama para siempre. Las reglas no son las de antaño y las grandes compañías han tenido que cambiar de mentalidad y apostar por las alianzas y las fusiones para hacer frente al fenómeno. Cuando Iberia anunció a finales de abril que iba a lanzar una compañía de precios baratos no podía imaginar la que se le avecinaba. El proyecto levantó las iras de sus pilotos, agrupados en un sindicato (Sepla) enfrentado a muerte con la empresa y que buscó en la 'low cost' la excusa perfecta para incendiar el ambiente. Convocaron una huelga que nadie entendió pero que provocó perdidas de 35 millones a su empresa, que vio como 200.000 de sus clientes se iban esos días con la competencia. E intervino Fomento. Una entrada en escena que todavía se entendió menos. Incluso CC.OO. y UGT criticaron que la Administración tomara parte en un problema particular de una empresa privada. Al final, esos mismos sindicatos lograron que -también con la ministra, Magdalena Álvarez, como garante- Iberia les diera las mismas garantías de empleo que a los pilotos.