Los ingresos reales de la industria turística cayeron un 3% en el 2006

El año pasado fue, en apariencia, bueno para la industria turística, al registrarse el enésimo récord anual en las llegadas de extranjeros -58,5 millones, un 4,5% más-, que consolidaron a España como la segunda potencia mundial en este negocio por detrás de Francia. El problema es que esta subida no se trasladó con la misma intensidad a los ingresos obtenidos por el sector, que en términos nominales se «estancaron» respecto al año 2005 y en cifras reales (una vez descontado el efecto de la inflación) incluso sufrieron un retroceso del 2,8%. Para los responsables de la alianza turística Exceltur, que engloba a las principales empresas del sector, el año 2006 supuso una «notable mejoría» en sus expectativas, tanto en las ventas como en los beneficios. Sólo el turismo invernal presentó resultados peores por la falta de nieve, hasta el punto de temer que esta campaña arroje un saldo negativo «histórico». Respecto al resto, creen que el 2007 será similar gracias a que la demanda interna «se mantiene muy potente», y también a que los hoteles urbanos compensarán un posible descenso en el interés por los establecimientos costeros debido a las subidas de precios. Resulta paradójico, no obstante, que con arreglo a las cifras que maneja la industria turística la situación parezca menos positiva, máxime cuando el gasto por viajero extranjero cayó un 7% el año pasado, con lo que este apartado suma ya seis descensos anuales consecutivos. En la misma línea, el índice que utiliza el sector para medir su producto interior bruto (Iste) creció casi un punto menos de lo que lo hizo la economía nacional (un 3% frente a casi un 4%). Sin embargo, las cifras anuales que este miércoles publicará el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio reflejan descensos más moderados, por ejemplo, menos de un 2% en el caso del gasto medio por turista. El presidente de Exceltur, José Luis Zoreda, justificó esta diferencia en que la Administración no recoge la evolución real de todos los ingresos (por ejemplo, no «depura» la parte del gasto en transporte de los viajeros extranjeros que no repercute en España, al utilizar medios de transporte propios o foráneos), y tampoco está actualizada respecto a las nuevas pautas de consumo. Más demanda interna El fuerte aumento de la demanda interna (un 5,8%, su subida más alta en los últimos ocho años), el crecimiento del consumo entre los principales mercados emisores europeos (en especial, Alemania) y las «adversidades geopolíticas» de sus competidores mediterráneos (como Turquía y Egipto, lastrados por la amenaza terrorista) fueron los principales factores que favorecieron al sector en España. Por el contrario, la evolución del cambio euro-dólar y las nuevas subidas de tipos son aspectos que preocupan a esta industria, más allá de sucesos «puntuales» como la huelga de los trabajadores aeroportuarios (El Prat), el atentado de Barajas o la crisis de Air Madrid. De cara al 2007, las empresas turísticas no esperan cambios significativos e incluso contemplan una moderación mayor en sus ingresos, que crecerán sólo un 2,9% en términos nominales (lo que supondría un 1,1% menos que este año en cifras reales, frente al 3,5% de crecimiento económico general que prevé el Gobierno), y también en su PIB sectorial, que sólo mejorará un 2,8%. El gasto medio por viajero, a su vez, caerá un 4,5% una vez descontada la inflación, mientras que las pernoctaciones en hoteles aumentaran un 4,2% (alza que llegará al 5% en el caso de los clientes españoles).