Las claves fueron la fuerte demanda interna, la mejora del PIB y la contención del déficit exterior
La economía creció un 3,8% en el 2006, el mayor alza en seis años
El Gobierno confía en mantener el ritmo y el PP critica que pese a la bonanza cae el poder adquisitivo
La economía española creció un 3,8% en el 2006, su subida más alta en los últimos seis años, gracias a la fortaleza de la demanda interna -que aumentó casi un 5%- y un avance del déficit exterior menor que en ejercicios anteriores -su aportación negativa fue de poco más de un punto porcentual, la mitad que en el 2005-. Estos datos, junto al avance interanual del 4% que registró el producto interior bruto (PIB) en el cuarto trimestre, fueron avanzados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y confirman lo apuntado hace apenas dos semanas por el Banco de España en su informe mensual. Sus análisis son similares, sobre todo tras confirmarse que el PIB registró un incremento intertrimestral del 1,1% al cierre del año, dos décimas más que en otoño y la tercera mayor alza de la Unión Europea, sólo superada por Eslovaquia (2,2%) y Lituania (1,7%), conforme a las últimas cifras publicadas por Eurostat. En términos interanuales, el dato español resulta igualmente bueno -aunque lejos de los países del Este, supera a Alemania (3,7%), Reino Unido (3%) e Italia (2,9%)-, al igual que en cifras anuales, ya que el producto interior de la zona euro avanzó un 2,7% mientras que en la UE de os 25 lo hizo en un 2,9%. Desde el Gobierno no se ocultó la satisfacción por estos datos, hasta el punto de que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, poco dado a la autocomplacencia, apuntó incluso que «esta aceleración no tiene visos de remitir», al menos, a medio plazo. Eso sí, advirtió que en la economía «no hay nada totalmente permanente, y por lo tanto antes o después tendremos alguna dificultad». Estos problemas pasarían, según reiteró en declaraciones a la cadena Ser, por la evolución de la inflación -aún ve negativo el último dato del IPC interanual, un 2,4%- y del sector exterior, donde confía en reducir poco a poco el elevado diferencial entre importaciones y exportaciones. Más a repartir La visión del PP, por el contrario, es algo crítica, a la espera de conocer la letra pequeña de la contabilidad nacional del 2006 (cuyos números se sabrán el próximo miércoles 21, justo un día después de que el INE publique la subida de los precios en enero). De momento, su líder, Mariano Rajoy, reconoció que las cifras generales son «buenas», pero afirmó que el poder adquisitivo de los ciudadanos «ha bajado» y se ha «desacelerado» la convergencia real con Europa. De forma más gráfica, el secretario ejecutivo de Política Económica del PP, Miguel Arias Cañete, dijo que es cierto que «hay más tarta, pero también somos muchos más comensales a repartir». Los datos conocidos del 2006 mejoraron en más de medio punto las previsiones de los principales expertos, recogidas en el panel que publica de forma periódica la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas). Según sus últimas estimaciones, corregidas al alza, el PIB español crecerá un 3,5% en el 2007, en línea con lo anunciado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero a mediados de enero y una décima menos de lo que esperan las Cámaras de Comercio. Además, el consenso de entidades financieras como BBVA, Santander, Cajamadrid o La Caixa apunta que los precios aumentarán un 2,5% (casi lo mismo que el año pasado) mientras que el empleo se elevará un 2,7%.