Advierten sobre el endeudamiento de constructoras e inmobiliarias

El Banco de España ha advertido a la opinión pública sobre el creciente endeudamiento financiero de constructoras e inmobiliarias que, según sus estimaciones, puede reducir sus beneficios y «deteriorar» su patrimonio a medio-largo plazo. La búsqueda de nuevos horizontes de negocio, incluso fuera de su propio sector, les ha llevado a optar con frecuencia por «hipotecarse» con bancos y cajas para sufragar el coste de su expansión, una estrategia que hasta ahora se consideraba «razonable» dentro del instituto emisor acorde con la necesidad que tenían esas compañías de «internacionalizarse». El problema llega cuando el recurso a esa financiación ajena se convierte en norma frecuente, máxime porque el actual «boom» inmobiliario «no puede prorrogarse indefinidamente», según explica en un reciente informe José Luis Malo de Molina, jefe del servicio de estudios del Banco de España. En el caso de las constructoras, la dificultad deriva de la «intensidad» que han alcanzado sus estrategias de crecimiento no orgánico, «mediante la adquisición con financiación ajena de paquetes significativos de otras empresas nacionales y extranjeras», aunque éstas pertenezcan a sectores distintos, como la energía y la explotación de los aeropuertos. El desenlace -al igual que ocurre con las inmobiliarias- es que, tras una etapa de «rápido» crecimiento de los resultados, las constructoras (como ACS y Acciona, ya inmersas en el sector eléctrico) pueden alcanzar «niveles de endeudamiento que supongan una rémora para la generación futura de rentas y un deterioro de la situación patrimonial». Para las familias, por el contrario, no puede predicarse lo mismo, según los responsables del instituto emisor, quienes creen que «no es posible hablar de un panorama generalizado de endeudamiento excesivo que pudiera amenazar la sostenibilidad de su gasto». Deuda familiar récord Según Malo de Molina, no está en juego -al menos, por ahora- la «estabilidad financiera» de las familias, sino precisamente su «posible influencia en las decisiones futuras de gasto». Eso sí, dicho endeudamiento no para de crecer y se mantiene en cifras récord, si bien su incremento durante 2006 (19,6%) fue el menor en términos relativos de los últimos tres años (en 2005 se alcanzó el más alto, con un 24,3%). En valores absolutos, no obstante, dicho pasivo casi se ha duplicado en ese período hasta alcanzar los 568.924 millones de euros, suma que supera en un 120% la renta bruta disponible por los hogares españoles mientras que la carga financiera «sólo» ha crecido un 50%. El riesgo que ven en el Banco de España si se «prolonga esta trayectoria», y al mismo tiempo se producen imprevistos (sobre todo, con recortes de empleo), es que se modifique a la baja «el patrón de gasto necesario para sustentar el dinamismo de la economía», todavía muy dependiente del tirón de la demanda interna. Riqueza neta familiar En todo caso, apunta que la riqueza neta de las familias españolas excede ahora del 800% de su renta disponible gracias, en gran medida, a la vivienda propia, que a su vez es responsable de buena parte de su endeudamiento tras encarecerse el precio de los pisos más de un 150% desde 1995.