La economía española rompe todas las previsiones al crecer casi un 4%

La economía española creció un 3,9% el año pasado, una décima más de lo previsto por el Gobierno y el Banco de España, en lo que es su tasa más alta desde el 2000 -supera en cuatro décimas la del 2005-, cuando el producto interior bruto se elevó un 5%, si bien hoy ya supera la barrera histórica del billón de euros. A su vez, el PIB nominal (que incluye el efecto del encarecimiento de los precios) mantuvo una subida anual del 7,8%. Desde el Ministerio de Economía y Hacienda no dudaron en calificar estos datos de «excelentes», pese a que ayer también se supo que el desequilibrio de la balanza comercial -responsable en un 90% del histórico déficit exterior- creció un 15,3% en el 2006 y ya se come casi el 9% de la riqueza nacional. Salvado este «punto débil» -como lo reconoció el martes el propio jefe del Ejecutivo- las grandes cifras macroeconómicas permitieron al vicepresidente económico, Pedro Solbes, presumir de los resultados arrojados hasta ahora por el Plan Nacional de Reformas. De hecho, en el último trimestre del año la mejora del PIB llegó al 4% (su valor más alto desde otoño del 2001), 1,2 puntos más que hace un año y tres décima mejor que en verano. Respecto a la Unión Europea, el crecimiento anual español rebasó en un punto la media (2,9%) y en algo menos el avance estimado en la zona euro (3,1%). Sólo Alemania (3,7% a finales de año) registró una tasa comparable, pues Francia, Italia y Reino Unido bajaron del 3%. La productividad, para muchos el talón de Aquiles de la economía española creció un punto (0,8% en el conjunto del año), mientras la demanda nacional mantuvo una subida (trimestral y anual) del 4,9%, tres décimas menos que en el 2005. A su vez, el gasto en consumo final se moderó cuatro décimas (hasta el 3,9%), con un descenso más acusado en los hogares que en las administraciones públicas. Respecto a la inversión (entendida como formación bruta de capital fijo) se desaceleró siete décimas al subir un 6,3%, dato rebasado con claridad en el caso de los bienes de equipo (empresas), donde mejoró siete décimas y alcanzó un alza interanual del 9,7%. Respecto al empleo, creció un 3,1% durante el año (más del doble, un 7,5%, en la construcción), lo que supuso crear 550.000 puestos de trabajo. Los costes laborales, por su parte, aumentaron un 2,7%, mientras que la remuneración de los asalariados lo hizo un 6,8%.