La italiana Enel compra el 10% de Endesa y chafa la opa de E.On

La solución española que el ministro de Industria Joan Clos asegura desear para Endesa puede alcanzarse por caminos hasta ahora insospechados. En plena opa de E.On, la italiana Enel ha dado orden al banco de negocios UBS de comprar en el mercado hasta un 10% de la eléctrica a un precio de 39 euros por acción, 25 céntimos por encima de la oferta del grupo alemán. Una vez dueña de ese porcentaje, Enel podrá participar en la junta de accionistas convocada para el 20 de marzo, en la que se someterá a votación la supresión del límite de voto en el 10%. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha acordado a través de la comunicación de un «hecho relevante» suspender cautelarmente la cotización de los títulos de Endesa hasta que «no se esclarezcan las circunstancias de la posible adquisición de un paquete significativo de acciones de la citada sociedad por la empresa italiana Enel». E.On, que ha condicionado su oferta al levantamiento de ese blindaje -aunque no descarta otras opciones- tiene cada vez más difícil obtener la mayoría necesaria del 50% del capital para lograr su objetivo. El 10% de Enel -que la italiana podría elevar hasta un 24,9%, límite que no obliga actualmente al lanzamiento de una opa por la totalidad- se sumaría al 21,3% en poder de Acciona, y esta cuota ya supondría un obstáculo difícil de salvar para E.On. En manos de Caja Madrid hay un 9,93% del capital de la eléctrica que preside Manuel Pizarro, aunque los representantes de la entidad de ahorro ya han anunciado que votarán a favor de levantar las restricciones de voto. Trabas de los reguladores La operación tiene algunas trabas regulatorias. Enel es dueña de la más pequeña de las eléctricas españolas, Enel-Viesgo, a la que accedió al comprar activos y mercados de Endesa en el norte de España, ubicados sobre todo en Cantabria, pero también en Asturias. Participar en dos o más empresas consideradas significativas en el sector eléctrico limita los derechos políticos al 3% en una de ellas, y Viesgo tiene reconocida la condición de operador «principal». La Comisión Nacional de la Energía (CNE) tendrá, primero, que examinar la compra para decidir si excluye a Enel de esa limitación de voto. El regulador analizará después cualquier adquisición que suponga superar el 10% de Endesa, dada su participación en actividades reguladas. El ministro de Industria, Joan Clos, se declaró ayer -antes de conocerse la orden de Enel- confiado en que pudiera salir adelante una solución española para Endesa que no saque del país su centro de decisión y control. Clos declaró que, ante la dificultad para suprimir el blindaje, «podría darse algún tipo de pacto». Poco después precisó que «el Gobierno mantendrá una estricta neutralidad», en todo caso.