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La subida de tipos ya ha llevado a renegociar 240.000 hipotecas

Publicado por
Julio Díaz de Alda - madrid
León

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Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Así debieron pensar el año pasado los 239.624 titulares de hipotecas que, ante movimiento alcista de los tipos de interés, decidieron cambiar las condiciones de sus contratos. Un número un 28,5% superior al del 2005. En el caso de créditos concedidos para pagar viviendas, el alza fue superior. En concreto, del 32%. El Gobierno ha dado un paso adelante para tratar de facilitar las modificaciones al remitir el pasado viernes al Congreso el proyecto de ley de reforma de la Ley Hipotecaria. A pesar de las advertencias de instituciones nacionales e internacionales, los españoles reniegan de los tipos fijos y siguen fieles a un euríbor que no deja de subir. En diciembre del 2005, el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir el precio del dinero, que llevaba en mínimos históricos (el 2%) desde mayo del 2003. Fue el comienzo de una corriente alcista que llega hasta hoy, cuando el euríbor ya roza el 4,1%. Al mercado hipotecario español le sorprendió el tsunami de tipos en plena fiebre inmobiliaria y con la vivienda por las nubes. Las entidades empezaron una batalla publicitaria en la que el alargamiento de plazos (hasta 50 años) o el aplazamiento del pago del principal fueron las principales armas. La reacción de los consumidores no se hizo esperar y muchos se preocuparon por renegociar las condiciones de sus contratos. Comenzó entonces un aluvión de complicadas reuniones banco-cliente que generaron a lo largo del 2006 unas 20.000 modificaciones mensuales. No es un gran número si se tiene en cuenta el elevado volumen de créditos vivos pero su evolución interanual (32% de aumento en hipotecas) si refleja una cierta preocupación, sobre todo en aquellos que firmaron su crédito con poco margen de reacción. Las novaciones, o renegociaciones con la misma entidad, alcanzaron las 182.535, un 28,1% más. Fieles al euríbor Los cambios de entidad gracias, se supone, a unas mejores condiciones sumaron 40.464, un 23% más. Las denominadas subrogaciones al deudor (alteración del titular de la hipoteca) se situaron en 16.627, un 50% más. Pero el verdadero eje del movimiento fue el de la lucha por rebajar los tipos de interés, que protagonizó más de la mitad de las operaciones (125.385, un 52,3% del total). El porcentaje de contratos a tipo fijo (de este grupo) se redujo de forma considerable y cayó del 8,2% al 2,3%. Casi todos pasaron a regirse por un tipo variable. Las negociaciones permitieron rebajar en 1,18 puntos el interés medio de los contratos a tipo fijo (al pasar del 4,99% al 3,91%) y un 0,44% el de las hipotecas a tipo variable (del 4,09% al 3,65%). La gran sorpresa dentro de este reajuste es que los españoles no temen al euribor. Es más, lo prefieren. Lo demuestra el hecho de que en 2006, cuando la referencia subió más de un punto porcentual y complicó sobremanera la revisión de los contratos, el 84% de los créditos que se suscribieron apostaron por este indicador. Sólo un 2,2% de las operaciones se suscribieron a tipo fijo. La reforma que promueve el Gobierno pretende fomentar el paso del variable al mixto o el fijo. Casi una quimera dada la idiosincrasia de los consumidores y el poco atractivo de los tipos fijos, que en ocasiones llegan al 8%.

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