El alza de los tipos subirá el recibo de la hipoteca 240 euros al año

La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos un cuarto de punto hasta el 3,75% tendrá consecuencias en los bolsillos de los españoles. Si el euríbor -utilizado en el 82% de las nuevas hipotecas- recoge el incremento decidido por el equipo de Jean-Claude Trichet, el contrato medio se encarecerá en 240,48 euros al año. La Asociación Hipotecaria Española (AHE) criticó ayer el proyecto de Ley de Reforma del Mercado Hipotecario aprobado el viernes por el Gobierno. Entre sus muchas quejas, protestaron por tener que ofrecer información adicional gratuita y previa al contrato porque, dicen, encarece el coste. Una vez más, los sufridores de hipotecas han recibido una mala noticia. Aunque en principio el euríbor recoge con antelación los movimientos del BCE, este nuevo repunte tendrá a buen seguro consecuencias. En el caso de que la referencia recoja en toda su intensidad el alza, el susto sería de 20,04 euros al mes. Es la diferencia en la cuota del crédito medio (143.433 euros a 15 años de plazo) si se aplica el actual euribor (4,094%) o si se toma ese mismo porcentaje más el cuartillo decretado por el órgano regulador. En definitiva, 16,7 euros más al año por cada 10.000 de crédito. Las familias españolas deben por sus hipotecas 568.924 millones de euros, cantidad equivalente a la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) del 2006. Una deuda muy expuesta a la actual corriente de tipos al alza y que ha llevado al Gobierno a tratar de facilitar alternativas a los contratos a tipo variable. Que pague el Estado El proyecto de reforma de la Ley del Mercado Hipotecario, que comienza ahora su tramitación parlamentaria, no ha gustado a bancos y cajas. Alaban el texto en lo referente a la mejora de sus condiciones para comerciar en los mercados internacionales con su cartera de créditos pero lo critican en ámbito más cercano al usuario. Así, la AHE asegura que la norma «es insuficiente para cambiar las líneas de tendencia actuales en el mercado en materia de tipos de interés y para estimular la aparición de una oferta competitiva y eficiente de contratos a tipo fijo». A juicio de la organización, si el texto no se mejora en las Cortes se habrá perdido «una magnífica oportunidad para alejar definitivamente el riesgo de interés». Un mensaje al menos chocante, toda vez que bancos y cajas han ganado miles de millones de euros en los últimos años gracias, en buena parte, a un boyante negocio hipotecario sustentado en tipos variables. La queja más llamativa es la que se refiere a la obligación de facilitar información gratuita a los eventuales clientes previa a cualquier oferta vinculante. La nueva ley obliga a las entidades a explicar todo tipo de opciones y aclarar con números cuánto podría costar el crédito en distintos escenarios de tipos. Un requisito que la AHE califica de «poco afortunado» ya que «se genera un coste adicional a deducir del rendimiento total del producto y, en segundo lugar, no está claro cómo puede garantizarse la imparcialidad de una entidad cuando tenga que emitir una opinión sobre la mejor o peor calidad de su oferta respecto a las que ofrecen sus competidores». Creen que ese servicio debería de prestarlo el Estado.