Caja Madrid, a la espera

En Caja Madrid, su presidente, Miguel Blesa, tuvo el tino de aguardar hasta el penúltimo momento antes de manifestarse sobre la opa de E.On. La propiedad del 9,93% de Endesa puede proporcionar a la entidad de ahorro jugosas plusvalías próximas a los 2.500 millones de euros con las que financiar su expansión exterior. Finalmente Blesa consiguió, con dificultades -votaron en contra los representantes del PSOE, los de CC.OO.-Madrid y UGT- que el consejo diera luz verde por mayoría a un pacto con los alemanes para venderles los derechos económicos, pero no los políticos de la participación en Endesa, en la confianza de que con ellos podría apoyar la estrategia defensiva de Pizarro y contribuir a la gobernabilidad de la compañía. Pero el grupo germano le dejó en la estacada, liberándole, eso sí, del acuerdo a dos años que habían establecido. Alianza española con Acciona El consejo de Endesa soporta ahora nuevas presiones, procedentes de quienes le animan a una alianza con Acciona para hacer piña y defender una causa nacional frente a la italiana Enel. El grupo constructor ha pactado favorables condiciones de ruptura con sus socios, pero no lo ha hecho pensando precisamente en esa opción: ya llamó antes a las puertas de Caja Madrid sin que atendieran su proyecto. Y la caja de ahorros tiene difícil ahora dejar pasar la oportunidad de vender sus endesas a buen precio si a cambio de la permanencia en el capital de la eléctrica sólo obtiene un papel irrelevante de cara al futuro.