Los hogares invirtieron 95.508 millones de euros más y se endeudaron por otros 21.958 millones
El ahorro familiar sólo llegó al 10% en el 2006 y fue el peor desde 1999
Pese a que aún es poco, lo destinado a la hucha creció un 22,8% respecto al último trimestre
Las familias volvieron a hacer hucha en el cuarto trimestre del pasado año, en tanto las empresas continuaron endeudándose. En la recta final del 2006, con mayores ingresos y tal vez influidos por el repunte de los tipos de interés, los hogares aumentaron su ahorro el 22,8% con respecto al periodo octubre-diciembre del 2005, hasta economizar el 16,2% de su renta disponible, casi dos puntos más que en el mismo plazo del ejercicio anterior. Pero este esfuerzo, muy superior al que siempre realizan por las mismas fechas, fue insuficiente para enderezar la caída anual. En el total del año, las familias se limitaron a economizar 63.369 millones, el 10,1% de la renta obtenida, y esta tasa de ahorro es inferior en medio punto a la del 2005 y el nivel más bajo desde 1999, el año en que el Instituto Nacional de Estadística empezó a elaborar esta serie. En todo el 2006, como viene ocurriendo en la etapa reciente, el gasto en consumo final de los hogares creció más que la renta disponible -7,4% frente a 6,8%- y el ahorro doméstico, más las transferencias de capital recibidas, resultó insuficiente para financiar la todavía pujante inversión en vivienda. En las compras de pisos y otro tipo de desembolsos, el conjunto de los hogares invirtieron el pasado año 95.508 millones de euros, un 11,9% más que en el ejercicio precedente, y necesitaron endeudarse en 21.958 millones, una financiación adicional equivalente al 2,2% del Producto Interior Bruto. Pero existen unas pautas de comportamiento doméstico muy ligadas a la estación: las familias programan sus inversiones sobre todo a principios de año y en el otoño, mientras se permiten hacer más economías en el primer y cuarto trimestre. En octubre a diciembre se dieron circunstancias especialmente propicias para el ahorro: mayores ingresos, mejora bursátil, menos gastos, el encarecimiento del dinero y cierta ralentización de la inversión en vivienda. En el cuarto trimestre se disparó la renta disponible bruta de los hogares un 9,4%, porque los sueldos de los asalariados subieron el 9,8%, las rentas cobradas del capital (intereses, dividendos) aumentaron nada menos que el 31% y las prestaciones sociales recibidas crecieron el 8,8%, frente al 7,1% de las pagadas. Aunque los impuestos se incrementaron el 15,1%, como el crecimiento de los gastos de consumo se quedó en el 7,3%, las familias pudieron ahorrar 28.930 millones de euros. Esta última cifra, sumada a los 6.104 millones de transferencias cobradas, permitió a los hogares financiar inversiones por importe de 25.502 millones de euros y aún les sobraron los 9.532 millones que aportaron en forma de recursos a otros sectores.