Zapatero afirma que el 2006 ha sido «el mejor año económico»

«El 2006 fue el mejor año económico de la democracia». Con ese derroche de optimismo resumió ayer José Luis Rodríguez Zapatero el Informe Económico del Presidente del Gobierno 2007 presentado en la Bolsa de Madrid. El jefe del Ejecutivo utilizó este nuevo formato para adelantar algunas previsiones macoreconómicas del Gobierno entre las que destaca la de que la economía española crecerá un 3,5% en el 2007. El dato, con ser optimista, es inferior al de la Comisión Europea, que opina que España puede crecer hasta un 3,7% en el año en curso. A pesar de anunciar su intención de no caer en la «autocomplacencia», el presidente hizo un balance sumamente positivo y se mostró también optimista de cara al futuro. Anunció que la economía española ha crecido «en torno al 4%» durante el primer trimestre del 2007 y también que en el pasado ejercicio España tuvo un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) superior a todos los países del G-7, lo que le ha permitido situarse como la octava potencia mundial. «En los tres últimos años hemos creado cerca del 40% del empleo de la Unión Europea, más que Francia, Alemania, Italia y Reino Unido juntas», destacó el presidente. Dos años más de bonanza En el marco de las previsiones del informe preparado por la Oficina Económica de La Moncloa, Zapatero consideró que el periodo de expansión económica que vive España desde hace un década y media continuará al menos en los dos próximos años. Estos buenos datos han permitido, recordó el presidente, que España esté «tocando» la renta per cápita europea, con un nivel del 98% respecto a la media de la UE y del 93% respecto a los países de la zona euro. Desafíos pendientes Pero en ese escenario reconoció también la existencia de algunos datos que preocupan. Entre los «desafíos» en ese sentido situó la marcha de la inflación, el déficit exterior y la competitividad. A su juicio, España debe mejorar «la productividad, el desequilibrio del sector exterior y fortalecer el Estado del bienestar». Respecto a la productividad, incidió en que desde la mitad de la década de los noventa el país ha registrado «avances muy moderados, inferiores a los de las principales economías europeas» en este indicador. Aún así, destacó que en el 2006 «se percibe una tendencia más positiva» de la productividad, que aumentó un 0,8% y subió hasta el 1% si se toma sólo el último trimestre de ese año. Admitió igualmente que España se encuentra en una situación «rezagada» respecto a los países de su entorno en lo que afecta a Educación y a Ciencia. No obstante, afirmó que «hay muchas luces verdes, y muchas de ellas con intensidad y energía suficiente para iluminar un largo tramo del futuro» de la economía española. El presidente hizo una mención especial al papel «esencial» que, a su juicio, le corresponde a la inmigración en el crecimiento económico. Tras el goteo de datos y porcentajes, Zapatero añadió que tras las «frías cifras» hay 44 millones de personas y que «ellas son nuestra verdadera preocupación». «Prefiero trabajar pensando en personas y no sólo en cifras macroeconómicas», concluyó el presidente.