Cerrar

Detrás de la crisis está el malestar de los países europeos por su gestión

Wolfowitz se niega a dimitir si antes no se limpia su nombre

El presidente del Banco Mundial, desafiante pese al escándalo por el sueldo de su novia

El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, ayer al salir de su casa

Publicado por
Mercedes Gallego - nueva york
León

Creado:

Actualizado:

Desafiante, el director del Banco Mundial Paul Wolfowitz, que desde hace seis semanas aguanta la presión para que dimita, anunció a través de su abogado Robert Bennett que «no dimitirá con su nombre en entredicho, y preferirá someterse al voto del consejo de administración antes que capitular en su integridad». Otras fuentes indicaban que accederá a dejar el cargo voluntariamente si se limpia su nombre o el banco comparte la responsabilidad del escándalo. El informe de una comisión especial formada por siete de los 24 miembros del Consejo que votarán sobre su pérdida de confianza le encontró culpable de haber violado el código de conducta del banco cuando compensó a su novia con una astronómica subida de sueldo por un traslado involuntario. Wolfowitz quiere que al menos el Comité Ético del banco comparta la culpa por esta decisión, ya que considera que se le dio instrucciones para negociar ese aumento de sueldo. El Comité había decidido el traslado de la nueva compañera sentimental del director como fórmula para evitar un conflicto de intereses. Gracias a la generosa intervención de su novio, Shaha Riza acabó cobrando casi 194.000 dólares libres de impuestos. Detrás de este escándalo se encuentra también el malestar de los países europeos por el estilo de dirección de Wolfowitz, uno de los halcones del gobierno de George W. Bush, arquitecto de la fallida reconstrucción de Irak, que en nombre de su cruzada contra la corrupción había negado fondos a países como Chad, Kenia y Congo. Desde su creación en 1944, EE.UU. ha elegido tradicionalmente al director del Banco Mundial, mientras que Europa lo ha hecho con el del Fondo Monetario Internacional. Los países europeos deseaban acabar con esa tradición no escrita, pero están dispuestos a permitir que EE.UU. elija al sucesor si Wolfowitz dimite voluntariamente cuanto antes. Una dimisión que según fuentes de CNN se produciría «pronto», y que la revista Forbes considera «inevitable». Entre los posibles sucesores que suenan destaca el nombre del estadounidense Stanley Fischer, gobernador del Banco de Israel, pero el abanico de rumores es tan variado que incluye al mismísimo Tony Blair.