Nueve de cada diez empresas tienen comercio electrónico, pero no lo usan

La Unión Europea y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) acaban de publicar sendos informes en los que advierten sobre la paradoja del comercio electrónico en España, un sector que el año pasado incrementó su volumen de negocio casi un 59% pero que aun así acumula ya un déficit comercial anual cercano a los 1.008 millones de euros. En materia de accesos, España no es precisamente uno de los países peor situados de la Unión. Al contrario, el 87,1% de las compañías disponen de este tipo de conexión, claramente por encima de la media comunitaria (74,5%) e incluso de Dinamarca (82,7%), líder absoluto en comercio electrónico entre los Veinticinco. Pero en este último país, las empresas obtienen por esa vía el 17,5% de su volumen de negocios, casi tres veces más que el nivel logrado por las españolas (6,9%) y bastante más que el promedio europeo (11,7%). La contradicción resulta evidente: los españoles son los terceros de la UE en medios para conectarse a internet, pero caen al puesto dieciséis cuando se trata de hacer negocios a través de ella. Según el último informe de la CMT, el peso del sector de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en el producto interior bruto (PIB) era el 4,5%, un punto menos que la media europea, mientras que el nivel de empleo generado representaba el 2,3% sobre el total (poco más de la mitad que en la UE). Cuatro de cada diez españoles utilizan internet de manera regular (en Europa lo hacen el 46,7%) -casi un tercio desde su casa y el 22% en el trabajo-, con tres actividades fundamentales en las que repartir su tiempo: buscar información sobre bienes y servicios, enviar correos electrónicos y descargar juegos o música. Por el contrario, sólo el 15% accede a la red para operar con la banca electrónica y el 6,3% para realizar videoconferencias.