El coche es el bien duradero por el que más se endeuda la población española
En España se pide un crédito paracomprar dos de cada tres bienes
La demanda se ha triplicado en ocho años, aunque se haya desacelerado el crecimiento
Dos de cada tres compras de bienes duraderos (coches, televisiones, ordenadores, viajes, estudios...) se financian ya con créditos al consumo, un negocio cuyo auge en los últimos años -el volumen de dinero que maneja, con un mínimo de 150 euros y un máximo de 20.000 por préstamo, casi se ha triplicado desde 1998- ha ofrecido una gran oportunidad a las entidades financieras para compensar la desaceleración del mercado inmobiliario. Esto último se aprecia tanto en un ritmo menor en la subida del precio de la vivienda -un 5,8% interanual hasta junio, la mitad que hace un año-, como en una pequeña relajación en la contratación de hipotecas -el volumen de dinero prestado creció en mayo un 20,5%, seis puntos menos que en 2005-. Según las últimas cifras actualizadas por el Banco de España, en abril pasado el crédito al consumo crecía un 16,85%, hasta alcanzar los 94.579 millones de euros, cifra representativa del 9,6% del producto interior bruto) y que supera en más de 2.500 millones la suma registrada al cierre de 2006. No obstante, se trata del incremento más bajo desde mayo de 2005 (cuando subió un 15,6%), inferior incluso en algo más de tres puntos respecto al alza con la que empezó este año y en ocho si nos remontamos al ejercicio anterior. En cualquier caso, en el sector no están preocupados por esta desaceleración, pues la interpretan más bien como un síntoma de reajuste ante la subida continuada de tipos de interés en la «zona euro» (que obliga a dedicar más dinero al pago de las hipotecas), del que esperan que salga reforzada la actividad crediticia ligada al consumo, que en 2007 crecería entre un 12% y un 15%. Recuerdan, asimismo, que la demanda de estos préstamos subió un 186% en 2006, tres veces más que en 2005, si bien se concedieron muchos menos. En la actualidad, más del 17% de las compras que hacen los españoles se financian por esta vía, nivel que se acerca al 65% si el bien adquirido tiene carácter duradero, el doble que hace diez años. En otros mercados, como el latinoamericano o el asiático, estos porcentajes se superan con creces y por eso varias entidades españolas ya han dado el salto hacia allí: el BBVA en Estados Unidos y China, y el Santander en Europa, mirando al Este. La clave de este negocio, donde aunque el fraude es pequeño (0,5% del saldo total) crece con fuerza el 'pirateo informático' de datos personales y la tasa de mora ronda el 2%, es que el deudor, más allá de su renta disponible, disponga de un empleo y no llegue a sufrir una incapacidad temporal. Recurso necesario Un reciente estudio elaborado por el Instituto de Estudios Económicos apunta que uno de cada cinco españoles (en concreto, el 22%) sólo podría adquirir productos bajo ese respaldo financiero. Un tercio, a su vez, admite que podría acudir a otras vías, pero sostiene que sin el crédito al consumo habría tenido que retrasar su compra. Más unanimidad existe a la hora de valorar su importancia para el sector comercial, pues nueve de cada diez consideran que sin ellos las tiendas habrían reducido sus ventas de manera sensible. Una cuarta parte de las personas que solicitan este tipo de préstamos lo hacen para comprar un coche (27%), mientras que un 11% dedican ese dinero a lograr un ordenador y otro tanto a tener una televisión. A su vez, el 9% opta por unos muebles y el 6% prefiere viajar al extranjero. Con desaceleración o sin ella, y una vez amortizados los efectos de la nueva directiva europea que regula este negocio, bancos, cajas y otras entidades han decidido impulsarlo de manera estratégica, con el objetivo claro de hacerlo cada vez más accesible y conocido.