«El mercado hipotecario español no tiene que ver con el de EE.UU.»Narbona aboga por un nuevo PlanPrever que ayude a comprar vehículos limpios

El vicepresidente económico disfruta estos días las últimas vacaciones veraniegas previas a las elecciones generales sin despejar la incógnita de si repetirá en el cargo en caso de victoria socialista. En plena convulsión de los mercados, Pedro Solbes descarta que los problemas derivados de la crisis de las hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos impacten en la economía española. Asegura que, en la legislatura que termina -la de las opas y la dimisión de Conthe en la CNMV-, en política económica siempre se ha hecho lo que él ha dispuesto «salvo alguna rarísima excepción» en que se ha tomado una «decisión personal del presidente». Seguramente se refiere a la ayuda de 2.500 euros por recién nacido, pero, ante la pregunta concreta, ríe y pide pasar a otro tema. Reconoce que no será fácil, pero se ve capaz de sacar adelante las cuentas públicas para 2008, la gran tarea pendiente del otoño. -La crisis de las hipotecas de alto riesgo ha suscitado la desconfianza de los inversores. ¿Está justificada la preocupación? -El Ministerio de Economía junto al Banco de España está siguiendo con atención la evolución de los mercados financieros y, como he dicho muchas veces, la volatilidad extrema nunca es bienvenida. Sin embargo, hay que tener claro que las dificultades actuales están teniendo lugar en un mercado concreto, el estadounidense, y en un sector concreto, el de las hipotecas de alto riesgo. -¿Puede afectar esta crisis a España? -El mercado hipotecario español no tiene nada que ver con el de Estados Unidos y nuestros índices de dudosidad continúan en niveles históricamente bajos. Además, aunque es posible que haya entidades europeas que hayan asumido riesgos en el sector de las hipotecas «subprime», no nos consta que haya entidades españolas en esa situación. -Queda poco para terminar esta legislatura. ¿Va a seguir de ministro si el PSOE repite victoria en las urnas? -Siempre he dicho que ese es un tema que hay que plantearlo en su contexto, y su contexto será después de ganar las elecciones y de una petición del presidente. Una Legislatura son cuatro años, y por lo tanto antes de tomar cualquier compromiso de ese tipo, a ciertas edades hay que reflexionarlo muy bien y ver las ventajas e inconvenientes en ese momento temporal. Pero si no continúo, yo creo que hay muchas personas que pueden cumplir esos requisitos. -Una de las piedras en su zapato parecen haber sido las relaciones con la oficina económica de Moncloa, véanse las «opas» sobre Endesa y la dimisión de Conthe. - Son dos temas totalmente diferentes. En las «opas», yo tengo una especial sensibilidad con los temas europeos y veía riesgos en algunas de las resoluciones que se han adoptado aquí y también en otros países. Son elementos de protección que a mí me chirrían, y esa ha sido en mi opinión la razón fundamental que nos ha llevado a enfoques diferentes. -¿Hasta que punto la oficina económica del presidente del Gobierno ha complicado sus relaciones con Rodríguez Zapatero? - Esa oficina tiene algunas funciones claras que son enormemente útiles, y ese papel lo ha jugado bien. Ha coordinado con buenos resultados el programa nacional de reformas y las políticas de I+D+i -investigación, desarrollo e innovación-. -¿Y qué nos dice de las otras funciones, donde han tenido ustedes opiniones claramente divergentes? -Eso demuestra que no todo el mundo opinamos lo mismo sobre ciertos temas. Yo diría que, en temas de política económica, con alguna rarísima excepción, lo que se ha hecho es lo que el vicepresidente económico ha decidido. Y cuando hablo de alguna excepción, responde siempre a decisiones personales del presidente. -¿Es la ayuda de 2.500 euros por recién nacido una de esas rarísimas excepciones? -(Ríe) Pasemos a otro tema. -Será más difícil sacar adelante unas cuentas públicas -las de 2008- por ser las últimas de la legislatura. -Mi obligación es sacarlas adelante en la tesitura que sea. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha anunciado que está a favor de un nuevo Plan Prever que tenga las mismas exigencias ambientales establecidas en el nuevo impuesto de matriculación, y que además incorpore ayudas para comprar los vehículos «más limpios» de las distintas gamas. En declaraciones a Efe, Narbona recordó que ahora hay un Plan Prever en vigor, pero que aún no se conoce si éste se modificará o no el próximo año, una decisión que corresponde al Ministerio de Industria. «Lo deseable es que se mantenga un Plan Prever, que incorpore las mismas exigencias ambientales que se ha establecido desde el punto de vista fiscal, es decir, que haya más ayudas para comprar los vehículos más limpios de las distintas gamas», dijo. Nuevos pasos Explicó que el actual plan concede ayudas por tramos de cilindrada al igual que ocurría con el impuesto de matriculación, por lo que ahora que este tributo ha dado pasos hacia criterios medioambientales, el nuevo plan prever «debería darlos en la misma dirección». La ministra coincidió con los fabricantes en que en España existe todavía un número muy alto de vehículos muy antiguos «que son los que más contaminan», por lo que pidió «retirar esos automóviles del mercado». Recordó que además de la modificación del impuesto de matriculación, el paquete de ochenta medidas urgentes, aprobadas por el Consejo de Ministros el pasado día 21, incluye una que endurece las condiciones de las ITV -inspecciones técnicas de vehículos- desde el punto de vista de los niveles de contaminación. Mayor demanda Narbona subrayó que los propios fabricantes de automóviles ya «empiezan a darse cuenta de que hay valores que son más demandados que antes». Cristina Narbona agregó además que el hecho de que con el nuevo impuesto de matriculación haya vehículos que se puedan comprar a un precio más barato porque contaminan menos, va a llevar a los productores a «publicitarlo inmediatamente porque va a ser un factor de captación de clientes».