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Los expertos aseguran que si no empeora la situación, los tipos de interés subirán en septiembre

El BCE observa normalización en elmercado tras las cuatro inyecciones Las bolsas vuelven a la crisis a pesar de las esperanzas del BCE España crece a un ritmo del 4% por encima de Europa, que lo hace al 2,5% El dólar sube ante el euro pero cae frente al y

En una nueva subasta el Banco Central aportó 7.700 millones de euros con vencimiento de un día

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M. J. Alegre - efe | fráncfort madrid efe | nueva york

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El Banco Central Europeo -BCE- observó una normalización del mercado de dinero del euro tras cuatro inyecciones de liquidez adicional, por lo que, si no empeora la situación, subirá los tipos de interés a comienzos de septiembre, según los expertos. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo ayer que la entidad observa una normalización de las condiciones del mercado de dinero después de haber proporcionado la liquidez necesaria para permitir su funcionamiento ordenado. En una nueva subasta de financiación rápida, también llamada de ajuste fino, el BCE inyectó ayer 7.700 millones de euros -10.472 millones de dólares- en el mercado de dinero del euro, a un tipo de interés variable y con un vencimiento de un día. Con esta operación de ajuste fino, el BCE ofreció la oportunidad a los bancos de cubrir sus necesidades de liquidez antes de liquidar mañana la operación principal de refinanciación, es decir, la subasta semanal que también adjudicó ayer, como todos los martes. Para evitar un colapso por falta de liquidez, el banco central europeo ha inyectado en los últimos cuatro días laborables un total 211.256 millones de euros adicionales -287.308 millones de dólares- al mercado de dinero del euro, en el que los bancos comerciales se prestan efectivo entre ellos y lo toman prestado del BCE. En una nota de prensa, Jean-Claude Trichet explicó que el BCE «ha prestado gran atención a la evolución del mercado», que ha vivido «un periodo de nerviosismo en el que vemos un aumento de la volatilidad y una significativa revalorización de riesgos». Los parqués mundiales volvieron a teñirse de rojo ayer, en una jornada en la que el Banco Central Europeo intervino de nuevo con una financiación adicional de 7.700 millones de euros -que eleva a unos 211.000 millones su contribución «extra» de los últimos días, al margen de las subastas de refinanciación- pero la Reserva Federal se abstuvo de aportar más liquidez. El presidente de la autoridad monetaria de la zona euro, Jean Claude Trichet, declaró que los mercados financieros «retornan a la normalidad», pero también repitió su llamamiento a todas las partes interesadas instándoles a «mantener la serenidad». La mayor parte de las bolsas internacionales registraron pérdidas este martes, en un previsible movimiento de vaivén tras las fuertes alzas del día anterior. Los bancos centrales aún no han despejado todos los temores suscitados por la crisis de créditos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos. Por eso, muchos de los inversores se desprenden de sus títulos en cuanto registran una subida. En el ánimo de los ahorradores europeos pesó también la apertura a la baja de la Bolsa de Nueva York, lastrada por el anuncio de los grandes almacenes norteamericanos Wall Mart, que han rebajado sus expectativas de resultados. La economía española y la europea se mueven acompasadamente. Ambas experimentaron una desaceleración en el segundo trimestre del año, pero el Producto Interior Bruto de España registró un avance del 4%, apenas una décima menos que los meses iniciales de 2007, en tanto el crecimiento de la zona euro sufrió un frenazo más brusco, al pasar del 3,1% de un aumento interanual en el periodo enero-marzo al 2,5% entre abril y junio. Si se compara el segundo trimestre con el primero, la actividad económica mejoró en España ocho décimas, mientras en el conjunto de los socios del euro la expansión se limitó al 0,3%. Las autoridades económicas españolas celebran que, mientras se estrecha el diferencial de inflación con la zona euro -en julio se quedó en medio punto, el nivel más bajo de la historia reciente- el ritmo de crecimiento del PIB se distancie punto y medio. Pero esta evolución arroja luces y sombras. Que la economía española crezca a mayor ritmo acelera la convergencia con los países más ricos; que su expansión se frene supone que el sector exterior español volverá a resentirse. Los datos divulgados este lunes corresponden a los indicadores avanzados que proporcionan el Instituto Nacional de Estadística -INE- y Eurostat, la Oficina europea que se dedica al mismo cometido. Las cifras del INE son un calco de las anticipadas por el análisis de coyuntura del Banco de España, y sus expertos se limitan a comentar que el «suave perfil de desaceleración» del crecimiento de la economía española es la consecuencia de una menor aportación de la demanda nacional. Para más detalles, remiten al análisis que se publicará el próximo 29 de agosto. El instituto emisor ya había anticipado que un menor ritmo de la construcción y cierta moderación del gasto de los hogares habían reducido la contribución interna al crecimiento económico. Aunque el empleo evoluciona bien, las familias se aprietan un poco el cinturón porque tienen que pagar más intereses por sus préstamos, y porque creen que su patrimonio se revalorizará menos al haberse frenado el precio de la vivienda y ante la incertidumbre bursátil. La cautela de los inversores ante la posibilidad de que la crisis del mercado inmobiliario siga afectando los créditos provocaron la subida del dólar frente al euro y su leve baja respecto del yen. Al cierre de los mercados bursátiles en Nueva York, el euro se cambiaba a 1,3611 dólares, después de pagarse 1,3696 dólares por euro el viernes. Con respecto al yen, el «billete verde» se negociaba a 118,27 yenes, muy por debajo de los 118,47 yenes por dólar de la sesión anterior.

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