Europa teme que la crisis hipotecaria de Norteamérica pueda afectar a la economía real
Nueva caída de las Bolsas por los malos datos de empleo en EE.UU.
El mercado de trabajo americano se contrajo en agosto por primera vez en cuatro años
Las Bolsas de Europa sufrieron ayer una nueva jornada «negra», con los inversores sumidos en la desconfianza por el impacto que sobre la economía real de Estados Unidos y del resto de los países industrializados pueda tener la crisis norteamericana de las hipotecas de alto riesgo. En España, el Ibex 35 cedió 325 puntos, el 2,29% y se sitúa ya por debajo del listón de los 14.000, con un registro de 13.873 unidades, el más bajo desde mediados de mayo. Este indicador de referencia ha perdido el 4% en la semana y un 1,93% en lo que va de año. Desplome en toda Europa Los «números rojos» se propagaron por todo el continente: la Bolsa de Paris cerró con un retroceso del 2,63%, la de Francfort cayó el 2,43% y el Footsie 100 de Londres experimentó un fuerte descenso del 1,93%. En la Bolsa española el peor comportamiento lo registró Bankinter, que cedió el 6,14% para quedar en 10,25 euros. Entre los «grandes», Repsol YPF sigue padeciendo las consecuencias de la rescisión unilateral del contrato con Argelia para la explotación de Gassi Tuil, y perdió el 3,06%, hasta 24,68 euros, mientras los bancos resultaron igualmente castigados: Santander cayó el 2,87% hasta situarse en 12,86 euros y BBVA el 2,44%, de modo que cerró en 16,36 euros. Banco Popular retrocedió el 3,37% y ha quedado en 12,89 euros. Algo mejor parada salió Telefónica, que sólo retrocedió el 0,84% y se colocó en 17,7 euros. Continuó, imparable, la mala racha del sector de la construcción, donde Sacyr experimentó una caída del 5%, ACS perdió el 4,9%, Acciona el 3,97%, Ferrovial el 3,82% y FCC el 3,43%. Nada más dos empresas del Ibex-35, REE y Enagas, las operadoras de los sistemas eléctrico y gasista, respectivamente, se salvaron del desastre, con alzas del 1% y el 0,23%. Destrucción de empleo Los mercados de valores, que arrancaron con indecisión tras la tensa jornada precedente, se dejaron llevar por el pesimismo tras conocer indicadores negativos procedentes de Alemania. Ese sentimiento se agudizó al difundirse la evolución del paro al otro lado del Atlántico. Aunque la tasa de desempleo de Estados Unidos se mantuvo en agosto estable en el 4,6%, el mercado de trabajo estadounidense se contrajo en ese mes por vez primera en cuatro años, reforzando las presiones sobre la Reserva Federal para que baje los tipos de interés a fin de socorrer una economía cada vez más vacilante. Según los expertos, la reciente debilidad del mercado laboral se explica por la continua pérdida de empleos en la industria y en la construcción.