La CNMV sólo encontró dos de los 77 millones que decía tener Gescartera

Cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores decidió intervenir Gescartera en junio de 2001, la agencia de valores le comunicó que contaba con fondos de clientes por valor de 77,52 millones. Pero pronto quedó claro que, en realidad, la sociedad apenas contaba con unos 2,4 millones (218.674 euros en efectivo), lo que representa en torno a un 3,15% de lo que decía tener. «Todavía no sabemos a dónde fue a parar la diferencia», sostuvieron este lunes ante el tribunal dos técnicos. Además de explicar las razones que llevaron a la intervención, Carlos Sánchez-Vilar y Carlos Bucero se vieron obligados a justificar la tardía actuación de la CNMV. Los letrados de las partes criticaron que el organismo no actuase hasta 2001, cuando ya años antes había abierto varias inspecciones. Los técnicos reconocieron que en abril de 1999 se produjo un hecho excepcional: el director de supervisión, David Vives, pidió que se relevara a su departamento de inspeccionar Gescartera y el presidente de la Comisión, Juan Fernández Armesto, se la encargó a la unidad de vigilancia de mercados. Se trata de un dato relevante, ya que casa con una anotación que la acusada Pilar Giménez-Reyna realizó en su diario y en la que indicaba que su hermano Enrique, entonces director general de Tributos y posteriormente secretario de Estado de Hacienda, había intercedido ante la CNMV a favor de Gescartera.