El Arzobispado de Valladolid asegura que ganó 90.000 euros en Gescartera
El Arzobispado de Valladolid, el cliente más polémico de Gescartera, no tenía ninguna queja respecto a la sociedad. El antiguo ecónomo de la institución eclesial, el controvertido Enrique Peralta, confirmó este lunes ante el tribunal que a comienzos de 1999 acudió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores para informar a sus inspectores de que la agencia de valores «se había portado bien con nosotros, había cumplido lo prometido». Eso sí, lo hizo instantes después de retirar los más de 6,6 millones de euros que tenía invertidos. «Ya tenía el cheque en el bolsillo», rememoró. Las manifestaciones del sacerdote contribuyeron a sembrar más sombras sobre su actuación. Antonio Botella, supervisor de la sociedad, afirmó la semana pasada que Gescartera contó con la «colaboración» de algunos clientes para tratar de mentir al organismo supervisor y añadió que le «quitaba el sueño» la irregular situación del arzobispado. En su momento, la agencia comunicó a la CNMV que la institución eclesial tenía invertidos apenas 180.000 euros y el ecónomo se lo confirmó por carta al organismo. Cuando los inspectores descubrieron el engaño, exigieron respuestas a Peralta, quien dio «explicaciones contradictorias», según el escrito de acusación fiscal. Ni el Ministerio Público ni el resto de acusaciones interrogaron en profundidad al ecónomo sobre esta actuación, así que éste se libró de dar explicaciones. Peralta se limitó a afirmar que Gescartera «nunca» le informó de qué destino daba a su dinero y reconoció que tampoco lo preguntó. «Tenía un contrato, pero no me interesaba saber en que lo invertían», mantuvo. El cura, que se mantuvo tranquilo todo el interrogatorio, explicó que se decidió a invertir porque le ofrecían un interés anual que «no nos parecía mucho» (10%) en comparación de lo que le ofrecían los bancos (14), pero que era superior al que recibía por las letras del tesoro (8). En total fueron 90.151 euros de beneficio. Por su parte, el ecónomo del Arzobispado de Burgos sostuvo que invirtió 20 millones al 4% de interés. Silvano Maeso, de los Hermanos de Escuelas Cristianas, aportó algo más de 40 millones y percibía entre un 5 y un 6 por ciento. Avión a la final de Champions Más curioso fue el testimonio de Fernando Lorca, un sargento retirado de la Guardia Civil que hacia recados para Antonio Camacho y que se encargó de alquilar un jet privado para ir a ver a París la final de la Copa de Europa que disputaron el Real Madrid y el Valencia. Entre sus ocupantes, figuró un coronel de la Guardia Civil hermano de la acusada Giménez-Reyna y del entonces secretario de Estado de Hacienda.