Diario de León

Insinúan que habrá conflicto social por el paro inmigrante que generará un frenazo del sector

Las inmobiliarias piden más suelo para evitar un repunte de precios

Las 14 compañías más grandes del sector reclaman mayor agilidad en los trámites urbanísticos

Publicado por
Juan Díaz de Alda - madrid
León

Creado:

Actualizado:

Las grandes inmobiliarias españolas lo tienen claro: si no se pone mucho más suelo en el mercado, los precios de las casas nuevas se podrían disparar en dos años. Así de contundente fue el mensaje lanzado este miércoles por el G-14, un lobby conformado por las mayores empresas del sector, que reclamó a las Administraciones más agilidad en los trámites urbanísticos. El presidente del grupo y también de Fadesa, Fernando Martín, aseguró que, por ahora, «la vivienda nueva no se va a abaratar ni los tipos de interés van a subir más» y advirtió del peligro de un repunte del paro si caen las ventas. Fernando Martín criticó las «muchas voces alarmistas» que han creado «sombras innecesarias» en el panorama del ladrillo español. Mostró su pesar por que el sector sufre una muy mala imagen «que no se corresponde con su peso en la economía», aunque reconoció que en ocasiones las empresas no han sabido presentarse a la sociedad. Para salvar ese obstáculo, dijo, ha surgido el G-14, «en el que ocho de cada diez empresas están dirigidas por quienes se juegan su propio dinero». El portavoz de los inmobiliarios negó de forma tajante que los empresarios vayan a bajar los precios de los pisos nuevos pues, llegó a afirmar, «da lo mismo pagar 28 que 30 millones». Para el G-14, señaló, es esencial que llegue más suelo al mercado. «En España un suelo tarda seis años en ser finalista (en el que se puede levantar una casa) y en países como México o Marruecos ese plazo no pasa de año y medio», aseguró. Rafael Santamaría, presidente de Reyal-Urbis y miembro también del lobby, presentó otro de los temores del sector. Esta vez, en el segmento de las casas de segunda mano y diametralmente opuesto al planteado por Martín. Según dijo, el miedo reinante en el mercado podría hacer que quienes en su día compraron pisos como inversión los pongan ahora a la venta de forma masiva, lo que derrumbaría los precios. Junto a trámites más sencillos, Fernando Martín abogó por la construcción de pisos de 40 o 50 metros cuadrados o, incluso, la división de los ya levantados en dos o tres viviendas de menor tamaño. Pequeñas casas a las que la demanda pueda acceder. El ejecutivo reconoció una cierta ralentización pero negó que exista ninguna crisis. Aún así, afirmó que en los nueve primeros meses la iniciación de pisos por parte del G-14 ha caído un 60% interanual mientras las visitas de los potenciales clientes a las casetas de venta han descendido un 45%. A pesar de intentar trasladar un mensaje de relativa tranquilidad, Fernando Martín explicó que si se mantiene el menor pulso del sector (que genera el 25% del empleo, según sus cálculos) y se sigue desincentivando la demanda, la economía española se enfrenta a un serio problema. Afirmó que por cada casa que se deja de construir se destruyen cerca de tres puestos de trabajo, en su mayoría de inmigrantes. Un escenario que, de complicarse, podría enviar al paro a miles de personas y generar un «conflicto social».

tracking